DOLOR DE ESPALDA DURANTE EL EMBARAZO

16 Jul, 2019 4:02 pm

Si padeces de dolor de espalda, no te preocupes. Alrededor de un 75 por ciento de mujeres embarazadas sufren de dolor de espalda. Es común que el dolor se presente en los últimos meses de embarazo o que se intensifique a medida que progresa el embarazo.

El dolor podría incluso continuar después de que nazca el bebé, pero no te preocupes, que es muy probable que desaparezca en unos meses.

¿Qué me produce el dolor de espalda?

Es muy probable que tu dolor de espalda se deba al útero en crecimiento y a los cambios hormonales que estás experimentando.

El útero en expansión desplaza el centro de gravedad y estira y debilita los músculos abdominales, lo que hace que tu postura cambie y tu espalda se vea sometida a una presión adicional. El peso extra que estás llevando significa más trabajo para tus músculos y mayor estrés para tus articulaciones y esto explica por qué puede ser que sientas que el dolor de espalda empeora al final del día. Además, el útero también puede ejercer presión sobre un nervio.

Por otra parte, los cambios hormonales del embarazo distienden las articulaciones y los ligamentos que conectan los huesos pélvicos a la columna vertebral. Esto puede hacer que te sientas menos estable y tengas dolor al caminar, estar de pie o sentada por periodos de tiempo prolongados, al darte vuelta en la cama, al levantarte de un sillón bajo, salir de la tina (bañera), agacharte, o levantar objetos.

¿Qué clase de dolores son comunes en la parte baja de la espalda durante el embarazo?

Existen tres clases de dolor de espalda relacionado con el embarazo:

  • Dolor de cintura o un poco más arriba (dolor lumbar) cuando te paras, te sientas o cuando te acuestas. También se puede irradiar a las piernas.
    • Permanecer sentada o de pie durante periodos de tiempo prolongados y levantar objetos hacen por lo general que el dolor empeore, y éste tiende a ser más intenso al final del día
  • El dolor en la parte posterior de la pelvis y en la parte profunda de los glúteos.
    • Se siente más abajo que el dolor lumbar. Se puede sentir muy adentro de las nalgas, en una o ambas, o en la parte trasera de los muslos. Es posible que se desencadene a raíz de ciertas actividades tales como caminar, subir escaleras, entrar o salir de la tina, sentarse o levantarse de un sillón bajo, darse vuelta en la cama, girar el cuerpo y levantar cosas.
    • Las posiciones en que flexionas las caderas — como cuando te sientas en una silla o te inclinas hacia adelante mientras trabajas sentada en el escritorio — pueden empeorar el dolor pélvico posterior. Las mujeres con dolor pélvico posterior están también más predispuestas a tener dolor en el hueso púbico.

Algunas mujeres tienen síntomas de ambos tipos de dolor.

¿Qué puedo hacer para evitar el dolor de espalda?

Para proteger tu espalda de malas posturas, esfuerzo innecesario y daños que causen dolor, te sugerimos lo siguiente:

    • Evitar el reposo salvo que sea necesario por motivos médicos.
    • Postura. Presta atención a tu postura. Trata de mantener las caderas hacia adelante y la espalda recta. No camines arqueando la espalda ni sacando la panza.
      • Aprieta tus nalgas, hecha tus hombros para atrás y hacia abajo y párate derecha. Fíjate en cómo te paras, cómo te sientas y cómo te mueves.
    • Pararse. Evita en lo posible pasar mucho tiempo de pie, cambia de posición constantemente. Si tienes que estar parada durante un tiempo largo, descansa un pie sobre un banquito o caja (libro o lo que sea). Así aliviarás la tensión en la espalda.
    • Levantar objetos. Evita levantar objetos pesados o niños porque significa aun más esfuerzo para la espalda. Si tienes que levantar algo del piso, flexiona las rodillas, levanta poniendo la fuerza en tus piernas y no en tu espalda y mantén la espalda recta.
      • Divide el peso de los artículos que transportas. Una bolsa de compras en cada mano con la mitad del peso es mucho mejor que la presión dispareja que ejerce sobre la espalda una sola bolsa más pesada.
    • Calzado. Usa zapatos de tacón bajo con buen apoyo en el arco del pie. Evita usar zapatos de tacón alto porque ponen presión sobre los músculos de la cintura.
    • Agacharse y estirarse. Ten a mano las cosas que necesitas para que no debas agacharte ni estirarte para alcanzarlas. Recuerda que es más fácil perder el equilibrio cuando estás embarazada.
    • Sentarse. Siéntate en sillas que tengan buen apoyo para la espalda. Coloca una almohada pequeña detrás de la cintura para que tengas más apoyo cuando estés sentada. Si tienes que estar sentada por mucho tiempo, trata de levantarse cuando menos cada hora.
    • Dormir. El mejor apoyo para la espalda es un colchón firme más que uno blando. Si tu colchón es demasiado blando, coloca una tabla entre el colchón y la base. Duerme de costado en lugar de dormir boca arriba. Coloca una almohada entre las piernas cuando te acuestes de costado. La almohada te ayudará a mantener recta la columna vertebral y te dará más apoyo a la espalda.
      • A medida que avance el embarazo, usa otra almohada o un almohadón en forma de cuña para sostener el abdomen.

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