La diarrea es la evacuación frecuente de deposiciones líquidas, y por lo general dura alrededor de una semana. Puede deberse a alguna enfermedad o a algo que tu niño comió. Aquí te contamos algunas maneras de aliviar a tu hijo.
Astringentes
El principal problema de la diarrea es la pérdida excesiva de líquido, lo que puede causar deshidratación. Si tu hijo tiene nada más que deposiciones flojas, dale un poco más de agua, leche materna o fórmula que la que toma habitualmente en cada comida. Si tu bebé ya come alimentos sólidos, dale aquellos que actúen como “”astringentes””, como puré de manzana, bananas, arroz y papas. Evita el jugo de fruta.
Aumenta la ingesta de electrolitos.
Si las deposiciones son realmente acuosas, dale una de esas soluciones de electrolitos que ya vienen preparadas, en dosis pequeñas (entre una y dos cucharadas soperas) pero frecuentes (cada quince a treinta minutos) durante alrededor de veinticuatro horas. Si estás amamantando a tu bebé, continúa haciéndolo.
Deposiciones rojas o verdes
Si las deposiciones son verdes, acuosas y explosivas, significa que están pasando por el intestino delgado demasiado rápido. Sea moderado o severo, este tipo de diarrea muy probablemente irritará la piel de tu bebé. Si encuentras sangre o pus en las deposiciones, debes llamar de inmediato al médico (a menos que se trate de una cantidad pequeña de sangre de color rojo brillante que claramente provenga de una pequeña fisura en la piel del ano).
Mantén a tu niño seco y limpio.
Ya sea moderada o severa, la diarrea probablemente irrite la delicada piel que está en contacto con el pañal. Puedes aliviar a tu bebé manteniendo el área limpia y protegida con vaselina. Usa un pañal absorbente de primerísima calidad para mantener a tu bebé tan seco como buy human growth hormone injectable why the human sea posible y para evitar derrames.
Mantener a tu bebé hidratado es un factor clave para controlar la diarrea.”