Si tu bebé ha nacido o nace antes de lo esperado, es importante que conozcas ciertas características de estos “bebés apurados”.
- Llanto: Se consolarán acariciándolos, cantándoles o mostrándoles alguna figura que les guste. La luz, los ruidos y los movomientos deben ser siempre los mínimos.
- Sueño: Sus períodos de sueño generalmente son más cortos que los de los nacidos a término.
- Alimentación: Son más lentos para comer pues tienen menos fuerza para succionar. También requieren menos cantidad de leche, pero más seguido que los nacidos a término.
- Movilización del intestino: Generalmente no movilizan a diario, siendo importante realizarles masajes en el abdomen.
- Vómitos: Suelen tener reflujo. Si esto no interfiere en su desarrollo, sólo habrá que cuidar la postura del bebe (semisentado).
- Ojos: El estrabismo y la miopía son más frecuentes en estos bebés prematuros, por lo cual es importante realizar controles frecuentes.
- Audición: La disminuición de la audición, en sus diferentes grados, se da más frecuentemente en estos niños. Es importante realizar controles de audición desde los primeros meses hasta la escolarización.
- Abdomen: Su tono muscular es más débil por lo cual se da con más frecuencia la aparición de hernias. Las umbilicales se corrigen en forma espontánea, mientras que las inguinales requieren cirugía.
- Genitales: Es común la ausencia de testículos en la bolsa escrotal, que luego descenderán.
- Desarrollo Neurológico: Para evaluar los avances en el desarrollo sicomotor (sostén de la cabeza, estar parado, caminar) se debe tener en cuenta la edad que tendría de haber nacido a término.
De todos modos, más allá del amor y afecto de la familia, es importante que un bebé prematuro sea controlado por un equipo multidisciplinario de especialistas.