Lee aquí un relato real, de una de nuestras visitantes!
Comencé con una diarrea… Me dije…”estoy descompuesta, lo que me faltaba”… pero no sabía que era el presagio del nacimiento de mi chiquita. Luego me empezaron unos dolores en la espalda, leves al principio, cada 20 minutos más ó menos. Eran las 7 de la noche del jueves 16 de mayo. Las contracciones se iban haciendo cada vez más seguidas, pero yo me negaba a aceptar que estaba en trabajo de parto. Como había leído que caminar podía hacer desaparecer las contracciones si era falsa alarma, me puse a caminar como loca por toda la casa, y me metía bajo la ducha caliente cuando no aguantaba más. A la 1:oo am, mi esposo me dijo “nos vamos”, y yo ya medio doblada de dolor pero sonriente, le dije “bueno, pero ni cierres la puerta porque en un ratito estamos de vuelta. Esto es falsa alarma”. Sin embargo, tenía 5 cms. de dilatación. Me rompieron la bolsa y me pusieron el monitoreo fetal. Con el monitoreo, se escuchan los latidos del corazón del bebé y también mide el grado de la contracción que viene. Todo iba bien, pero en determinado momento, me vino una contracción que no dilató, y los latidos bajaron de 140 por minuto a tan sólo 30. Fue todo un segundo, gente corriendo para todos lados y hablando de cesárea de urgencia. Lo único que atiné a decir fue que me dieran la epidural. Quería estar despierta para el nacimiento de mi hija, y quería que mi esposo estuviera conmigo. Y así fue.
Rocío nació el 17 de mayo a las 3:07 am, pesó 3.240 kilos y midió 48 cms. Presencié todo el nacimiento, y mi esposo vio salir a su hija de mi panza. Cuando me la sacaron, sentí un terremoto y enseguida escuché el llanto, que se mezcló con el mío. Fue una emoción muy fuerte, y mi esposo me dijo ” es hermosa”, todo valió la pena. Agradezco el haber podido recibir la epidural, fue inpagable el haber participado de todo el proceso que ayudó nacer a mi hija. La recuperación fue muy rápida, y no tuve efectos secundarios de ningún tipo. Lo único que espero es que pronto la epidural pueda ser una opción que toda mujer pueda elegir sin trabas económicas de por medio. Es un derecho que todas las mujeres deberíamos de tener.