Si bien nada puede reemplazar el ojo atento de un padre, estos siete consejos básicos garantizarán que tú y tu hogar están listos para cuando el bebé comience a gatear.
- Agáchate hasta el nivel en el que está tu bebé, literalmente. Arrastrarte alrededor de la casa te ayudará a ver exactamente qué objetos están al alcance de tu bebé. Por ejemplo, al arrastrarte por debajo de tu escritorio puedes observar que debajo hay un enchufe que rara vez se utiliza y que debes tapar.
- Bloquea las escaleras. Si tienes escaleras en casa, tendrás que colocar puertas de seguridad tanto en la parte superior como en la parte inferior de las escaleras. Si utilizas puertas que se abren a presión, un bebé que pese lo suficiente podría potencialmente desplazarla. Las puertas de seguridad con ajustes a la pared son una opción más segura.
- Corta los cables. Asegúrate de que cualquier objeto que tenga un cable esté fuera del alcance del bebé, incluyendo monitores de vigilancia y teléfonos. También es una buena idea invertir en persianas automáticas y decoración de ventanas sin cables.
- Asegura los objetos grandes y pesados. Una vez que tu bebé gatea, intentará afirmarse de objetos para ponerse de pie por sí mismo. Asegúrate de que los objetos como televisores y estanterías estén sujetados a la pared o al piso.
- Cierra con llave cualquier peligro potencial. El garaje, el sótano, el baño, la cocina, la sala de ejercicios y la oficina en casa son todas las habitaciones cuyo contenido puede suponer un peligro para tu bebé. Cualquier mueble que contenga productos de limpieza, pinturas, herramientas pesadas, pesas, piezas pequeñas o productos químicos de cualquier tipo debe cerrarse con llave y colocarse fuera del alcance.
- Todos los bordes y enchufes deben ser a prueba de bebés. Se deben proteger todos los bordes puntiagudos de los muebles, así como todos los enchufes eléctricos con tapas para enchufes.
- Enseña a caminar de forma segura. Cuando tu bebé esté listo para comenzar a caminar, practica subir y bajar las escaleras mostrándole que siempre debe sujetarse a la barandilla. Retira cualquier alfombra pequeña que pudiera causar resbalones o caídas.