Los mitos acerca de la convivencia con mascotas y bebés han abundado durante siglos. Ante esto, algunos padres se sienten aterrados ante la idea de tener a su bebé y una mascota en una misma habitación por el miedo a que los pequeños puedan enfermarse, sufrir de alergias, entre otras cosas.
Sin embargo los especialistas reiteran que las mascotas pueden ayudar al desarrollo de los más pequeños, no solo entregándole un amigo con el cual podrá desarrollar sus destrezas sociales y tendrá horas de diversión, sino que también los mismos investigadores detallan que los bebés que crecen con una mascota, ya sea un gato o un perro, tienen menos probabilidades de enfermarse que los niños que viven sin mascotas. Si tienes dudas con respecto a cómo puede ser la relación entre las mascotas y los bebés, en este artículo te explicaremos los beneficios, riesgos y cómo mantener a los niños seguros.
Mito: Las mascotas producen alergias
Tal y como detalla un estudio realizado por la Universidad de Alberta, los bebés que han nacido en familias con mascotas tienen menos riesgos de desarrollar alergias, asma y obesidad. Eso ocurre gracias a dos bacterias a stacksteroids.net las cuales se exponen los niños cuando están cerca de las mascotas que son las ruminococo, la cual se relaciona con un menor riesgo de enfermedad alérgica, y el oscilospira que se vincula con la delgadez. Es decir que los gatos y perros transportan bacterias que son saludables para los cuerpos de los pequeños, las cuales se las transmiten al lamerles sus brazos y cara.
En el estudio fueron analizados 746 bebés canadienses en sus primeros tres meses de vida, y el mismo detalló que en la mitad de las familias que tenían mascotas en su hogar, existía una reducción de riesgo de sufrir obesidad y alergias en los bebés.
Mito: Los gatos transmiten toxoplasmosis
Del mismo modo, durante el embarazo mucho se habla de que tener un gato en el hogar es un peligro para el feto, puesto que la madre podrá contraer toxoplasmosis. Sin embargo, esta enfermedad es mucho más probable de adquirir manipulando carne cruda o escarbando en el jardín, que a través de un gato.
Sin embargo, es necesario que la madre utilice guantes desechables a la hora de cambiarle la arena al gato, y que se lave las manos luego de manipularla. Así mismo se debe evitar que los niños manipulen dicha arena. Es importante destacar que, aunque los gatos son portadores del parásito, muy poco se afectan por él y generalmente lo eliminan.
Mito: Las picaduras de pulgas pueden matar al bebé
Si la mascota está infectada con pulgas, en el peor de los casos el bebé podría desarrollar una erupción cutánea si tiene contacto con ellas. Sin embargo, las garrapatas sí pueden ser un problema de salud, no solo para el bebé sino para cualquier miembro de la familia, ante eso se sugiere eliminar cualquier problema de pulgas o garrapatas antes de llevar a la mascota al hogar. Así mismo es aconsejable que las mascotas tengan al día su desparasitación y vacunas.
Mito: Los perros no se adaptan a la llegada del bebé
En caso tal de que la mascota se encuentre en casa antes de la llegada del bebé, es importante prepararlo para recibir al nuevo miembro de la familia. Para ello es necesario presentarle artículos del bebé que pueden ocasionar algún susto a la mascota, en especial al perro, como lo es el coche. Lo mismo se deberá hacer con los juguetes y elementos llamativos que utilizará el bebé. También es necesario que la mascota aprenda a irse de la habitación cuando se necesite espacio para el bebé o simplemente no entrar al cuarto del bebé si el padre así lo desea. Una vez que nazca el bebé se aconseja llevar una manta a casa para que el perro se acostumbre al olor. Y es importante no abandonar al perro y prestarle la debida atención que requiere diariamente.
Pese a que muchas de las teorías que existen en relación a las mascotas y los bebés, es importante tener en cuenta algunas recomendaciones para evitar infecciones que afecten la salud del pequeño:
- Mantener siempre a las mascotas limpias.
- Lavarse las manos luego de manipular la mascota.
- Mantener a las mascotas lejos de los juguetes del bebé o cualquier equipo infantil.
- Mantener los residuos de la mascota lejos del alcance de los niños.
- No almacenar comida abierta de las mascotas cerca de la comida de las personas.
Es importante también destacar que tener una mascota alrededor podrá ayudar a los bebés a desarrollar su inteligencia social y emocional. Además, hay beneficios para la salud de los más pequeños como los que se han nombrado, sin embargo, es importante siempre tener en cuenta los riesgos y garantizar la seguridad del niño.