Desde que el niño está en la panza, la música ejerce una gran influencia en éste. Incluso se comienzan a mover dentro del vientre materno si se les pone música. Muchos testimonios de mamitas o papitos que siempre les hacían escuchar determinada música cuando estaban en la panza, aseguran que luego de nacidos, la reconocen, e incluso les llega a producir calma y paz. Los niños pequeños son como esponjas, receptores perfectos de todos los estímulos que les rodean, y sin lugar a dudas, la música ejerce un atractivo especial, que hacen que se meneen como ratoncitos tras el flautista de Hamelin. La música y el baile favorecen muchos aspectos del desarrollo físico e intelectual. Es importantes que ambos ejercicios formen parte del juego para que así sea, y no que sea algo obligado, ya que si es así podría ser rechazado por los pequeños, y verse así privado de disfrutar de los beneficios.
En las edades tempranas de la vida del pequeño, la música y el baile debe ser un entretenimiento. Ayudan a descargar tensiones, es importante entonces utilizar ritmos movidos, para que disfruten, se diviertan y además liberen la gran necesidad de movimiento que tienen.
La música influye en cualquier momento del día, ya sea si se acerca la hora de dormir, podemos ponerles música tranquila que los relaje, que puedan balancearse a su compás. Increíblemente este movimiento les trae muy lindos recuerdos, como por ejemplo cuando eran mecidos en los brazos de los papis, brindándoles esa sensación de bienestar y protección que los va a ayudar a dormir.
Hay estudios que muestran que el disfrutar de la música en la infancia permite que los pequeños aprendan con mayor facilidad conceptos matemáticos e incluso que aumenten su capacidad de memoria gracias a la retención que realizan de las letras musicales, además que la música y las letras de las canciones permite aumentar el vocabulario de los pequeños.
Además la música contribuye a la estimulación cerebral logrando mejorar la capacidad artística de los niños. Además ayuda a sociabilizarse, pues cantar y bailar es algo que a todos los pequeños les gusta, por lo tanto se unen en esta actividad integrándose con mayor facilidad por ejemplo a grupos. Cantar con ellos, es una actividad sumamente enriquecedoras para los pequeños. Tal vez canciones de nuestra propia infancia, que debemos recordar muy bien la letra. Pero no olvidemos que en el mercado encontraremos un montón de CDS con música infantil que trae la letra para que la aprendan, y además bailen.
LOS SONIDOS TAMBIÉN ES MÚSICA
Reconocer sonidos también es un juego musical. Por ejemplo, el pequeño puede necesitar alguna práctica para aprender a reconocer estos sonidos. Luego sus oídos se harán más sensitivos y podrá pedírsele que inventen ellos los sonidos para que el adulto los reconozca.
¿QUÉ SUENA AFUERA?
– sopla el viento – canta un pájaro – se mece un árbol – se caen hojitas – pasa un avión – pasa un auto
¿QUÉ SUENA EN LA NOCHE?
– reloj despertador (tic tac) – trueno – pitos – sirenas (policías, ambulancias) – pasos
Es indudable que la música, los sonidos el baile, enriquecen y deleitan plenamente a nuestros pequeños, y también el compartirlo con los adultos. No los privemos, por no saber, de esta grata experiencia que tantos beneficios y disfrute les brinda.