Tal y como lo respaldan numerosos estudios la felicidad conyugal se puede ver afectada con el nacimiento de un bebé, mucho más cuando la pareja se da cuenta de la realidad y de que la paternidad es mucho más compleja de lo que pintan las comedias románticas y publicidades. Así mismo, todos los cambios y presión pueden hacer que los padres nuevos se sientan como fracasos en sus relaciones, sin dejar de lado la severa falta de sueño y las nuevas demandas de tiempo y atención. Ante todos estos hechos está más que demostrado que numerosas parejas tendrán dificultades en su relación en el primer año de sus hijos.
Si este es tu caso no desesperes. Aunque la transición es difícil, en este artículo te compartiremos cinco consejos para fortalecer la relación después de convertirse en padres, no te lo pierdas.
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Tener en cuenta que es un asunto familiar
En esta nueva etapa que afronta la pareja es vital que ambos acepten la responsabilidad de todo lo que significa la llegada de un hijo a su familia, en caso tal de que así suceda, la llegada del bebé puede mejorar positivamente la relación y acercar a los padres. Es importante que ambos estén en la misma página, de lo contrario el bebé podría ser perjudicial para la pareja.
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Planificación
Aunque el primer paso es aceptar la nueva responsabilidad y todo lo que esta conlleva, la misma no se podrá lograr de forma eficiente si no existe una buena planificación. Además, parte de mantener una relación saludable es hacer tiempo para que la pareja pueda divertirse. La idea es que la pareja no solo planifique en su agenda el trabajo, atención del hogar y atención del bebé, es necesario que tengan un espacio para que puedan pasar tiempo de calidad juntos. A veces solo es necesario que planifiquen una noche de cita y algún pariente ayude a cuidar al bebé, es importante destacar que no tienen que ser grandes salidas, la pareja también puede reservarse un tiempo en su casa para ver películas, series o acurrucarse en el sofá.
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Conversar y trabajar en las dificultades
Es necesario que la pareja dedique tiempo en trabajar en aquellas áreas donde están presentando mayores problemas, por ejemplo, hablar sobre las disputas nocturnas provocadas por el cansancio, la molestia ocasionada por las tareas incumplidas por falta de organización, entre otras cosas. Es necesario que constantemente la pareja hable sobre aquellos temas en los que tienen mayores fallas, para desahogarse y buscar formas de solucionar el inconveniente.
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Cuidar las palabras
Durante el primer año de vida del bebé, a causa del cansancio, enojo y frustración al que se pueden enfrentar algunos padres mientras se adaptan a esta nueva etapa, puede hacer que las parejas se critiquen de forma directa y se agredan verbalmente. Es importante que la pareja aprenda a expresar su enojo. Por ejemplo, en vez de decir: “No ayudas”, es mejor expresar: “Me siento cansada, agradecería que bañes al bebé esta noche”. Lo que evitará discusiones y mayores conflictos para la pareja.
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Tener en cuenta las necesidades propias
Para que las personas dentro de la relación puedan dar lo mejor el uno para el otro, tienen que cuidarse. Ya sea que eso signifique para el padre salir con sus amigos a jugar golf o para la madre salir a cenar con sus amigas, es importante que cada uno tenga tiempo cada semana para hacer las cosas que aman. Ante esto los padres deben discutir los planes con anticipación para que uno de los dos pueda quedarse en casa y el otro pueda salir sin preocupaciones.
Aunque las relaciones de pareja después del bebé puede que no sean un cuento de hadas, los lazos formados en batalla son más fuertes, y aunque tener un bebé puede cambiarlo todo por completo, también pueden traer cosas increíbles puesto que la pareja aprende a cambiar juntos.