La verdad es que ser padre en un embarazo de gemelos es una difícil tarea, todo el mundo habla de la mamá, de los bebés, del embarazo. Pero, ¿y el padre? Es verdad que el padre no sufre las molestias del embarazo gemelar, hinchazón, dificultad respiratoria, insomnio, reposo… Pero él también tiene su corazoncito, y la mayoría de las veces no nos paramos a ver que la postura del padre no es tarea fácil.
Si tienes suerte y tienes a alguien que pueda ayudarlos en casa, fenomenal, por lo menos te habrás librado de una buena carga. Pero si no es así, cuando un amante futuro papá vuelva de su jornada laboral, se encontrará con una futura mamá (la mayor parte del embarazo en reposo), con una rebelión hormonal impresionante, con un agotamiento espectacular, porque estar en la cama metida durante todo el día agobia lo suyo, con una heladera que te dice a gritos: ¡retírame las telarañas que están empezando a oler mal!
Complicado realmente complicado, pero no imposible. Es verdad que la mayoría de los padres no están acostumbrados a organizar sus casas, es verdad que la teoría de la igualdad de sexos, en la mayoría de los casos ha sido unilateral, y no precisamente en el terreno masculino. Pero aún así insistimos: confiamos en nuestros papis y sabemos que esta situación es muy complicada para ellos por lo que les vamos a dar unas pautas para ayudarlos a organizarse.
Partiremos de una premisa fundamental, es un período complicado para toda la familia, tus hijos se están formando, y aunque te toque tener un trabajo extra merece la pena por el bien de los pequeños, por lo que el apoyo hacia tu pareja debe ser incondicional.
Seguro que por ahí hay un montón de tías, abuelas, vecinas y amigas. Dispuestísimas y anhelantes de poder prestar ayuda. Es mucho mejor que las organices tú, a que se organicen ellas, así entraran solo en las partes en las que tu pareja y tú decidan. Les pueden pedir que ayuden con las comidas, con las compras y darles turnos para que tu pareja no pase tanto tiempo sola.
Si tienes una oportunidad económica, contrata a una persona para que venga un par de horas a limpiar. Si no, no pasa nada, volveremos a hacer un nuevo calendario, los lunes se hacen las compras, los martes se limpian los baños, los miércoles la cocina, los jueves se ponen lavadoras y se limpia el polvo de toda la casa y los viernes se plancha, por ejemplo.
Procura estar muy tranquilo. Es verdad que cuando tenemos más trabajo, los nervios surgen a flor de piel, pero piensa que tu pareja estará también bastante alterada por el cansancio que supone el reposo, y su estado de ánimo influye en el bienestar de los pequeños.
Es el mejor momento para recurrir a los amigos para organizar una cenita en casa, … Les vendrá fenomenal a los dos.
Ánimo campeones con este reto que les propone la vida. Aunque les parezca mentira y agotadoramente insoportable, ayudará a subir la autoestima y a darse cuenta de que en realidad les encanta la independencia de ser autónomos.