El nacimiento de un hijo generalmente es de las cosas más maravillosas que nos sucede en la vida, los padres sueñan con ese día, se imaginan su carita, sus manitos, sus piecitos, pero cuando no todo sale como soñamos, cuando nuestro bebé nace con alguna dificultad, o cuando nace antes de lo esperado, sentimos un gran temor y una gran angustia difícil de transmitir.
Quizás sea esta una de las situaciones más difíciles a las que nos vemos enfrentados como padres.
El hecho de que nuestro bebé deba permanecer internado durante algún tiempo antes de regresar a su casa, es algo que conmociona desde lo más profundo. Todos los papás que esperan un hijo, sueñan con tener un hijo sano, y en las mejores condiciones, y se imaginan volver a su casa junto a su bebé.
Cuando esto no ocurre, los padres se sienten muy angustiados, heridos muchas veces en su autoestima, la mamá (quizás la más vulnerable frente a esta situación) se pregunta una y mil veces sobre su embarazo, si no se cuidó con tal cosa o tal otra. Se siente culpable, muchas veces siente que ella es responsable en algún punto por lo que esta pasando, empieza a cuestionarse cosas que hizo durante su embarazo, también puede sentir que ella no lo pudo cuidar, y en el caso del nacimiento antes de fecha, quizás sienta que no pudo “retenerlo” dentro de su vientre. El propiciar un acercamiento entre madre e hijo lo más temprano posible ayuda a mitigar todos estos sentimientos.
Se necesita de mucha fortaleza para enfrentar esta situación pero por sobre todas las cosas de mucho sostén de parte del equipo de salud, entre ambos padres del niño, y de la familia en general.
Voy a hacer una breve reflexión sobre el caso específico del bebé prematuro.
¿Qué pasa cuando un bebé nace antes de tiempo, cuando sus papás todavía no lo esperaban, cuando aún tendría que estar dentro del vientre materno?
Se llama prematuro al bebé que nace antes de las 37 semanas, pero los padres también se vuelven padres prematuros ya que ellos no estaban aún “preparados” para recibir a este hijo,muchas veces no ha dado tiempo para elegirle el nombre, para prepararle el cuarto, para realizar el curso de parto, en definitiva faltaron estas ultimas semanas de embarazo cuya función es preparar para el nacimiento del bebé.
Primero que nada, los padres se sienten sorprendidos ante el nacimiento del bebé. La mamá se siente asustada ante ese ser tan pequeño y frágil, quizás no cumpla las expectativas de bebé soñado, no es un bebé para mostrar. Muchas veces pasa que este niño no estimula tanto a la mamá, ya que duerme todo el tiempo, apenas si se mueve, si abre los ojos. Este bebé generalmente debe permanecer internado en una unidad de cuidados especiales, o sea separado de sus padres, esto ya es un golpe tremendo para ellos, que no saben con certeza sobre el futuro de su hijo. Se siente mucha impotencia cuando vemos a nuestro hijo en una incubadora todo entubado.
Los padres reaccionan de diversas maneras ante esto, y es importantísimo apoyarlos siempre pero siempre respetándolos en sus decisiones, sus temores, sus sentimientos, cada uno necesita un tiempo diferente para procesar esto que esta viviendo. La relación de los padres, especialmente de la mamá con su bebé, es tan importante como toda la terapéutica aplicada a un bebé prematuro. Fomentar, estimular, cuidar este vínculo tendría que ser algo primordial en una sala de neonatología. El acercamiento temprano entre los padres y el niño es algo fundamental, y sobre todo en estos primeros tiempos, entre la mamá y su bebé.
Propiciar la participación constante de los padres en los cuidados del bebé, y permitir la entrada permanente de ellos es una condición de suma importancia en el cuidado de un bebé recién nacido.
El apoyo, sostén, el “cuidado” hacia estos padres de los profesionales de la salud, el acompañarlos en este proceso tan difícil y doloroso se hace una tarea indispensable, teniendo en cuenta que de esto dependerá la relación futura entre ellos y por ende la mejoría del niño.
Dar confianza a los padres, hacerles sentir que ellos son fundamentales en la mejoría de sus hijos, que su hijo los necesita más que a nada en el mundo.
Ante el elevado porcentaje de mortalidad infantil, en Colombia un médico llamado Edgar Rey Sanabria, decidió intervenir proponiendo que el bebé prematuro ya estabilizado fuera colocado sobre la piel de su mama estimulando la lactancia materna y una partida a su hogar mas rápida confiando el cuidado del bebé a sus padres.
El prolongado contacto piel con piel, la lactancia materna y la pronta partida del hospital constituyen los principios básicos de este método, que por otra parte, responsabiliza a los padres y les devuelve su rol de cuidadores.
La piel de la mamá tendría un olor conocido y por lo tanto tranquilizante para el bebé, e iría acompañada de un sonido regular desestresante para el pequeño que es el corazón de la madre.
Varios estudiosos sobre este tema han afirmado que no es nada aconsejable separar al recién nacido de su mamá, en lapsos de tiempo prolongados. Y han estudiado que mediante este método, se lograrían cosas al igual que en una incubadora, como ser la regulación de la temperatura, regulación del ritmo respiratorio, la oxigenación en sangre, y por sobre todas las cosas, este método promueve la lactancia y logra compensar esta separación inicial en caso de que haya sido necesaria.
Pensemos que un bebé que nace a las 28, 30, 34 semanas, le hace falta todas estas semanas que existen en un embarazo llegado a termino, o sea cuando mas pegadito a su mama esté, más parecido a la posición fetal, mas rápido se desarrollara, crecerá y mejorara.
Tenemos que tener presente que si bien el equipo de salud que está cuidando a nuestro hijo, está haciendo todo lo posible para sacarlo adelante, que tiene los conocimientos y experiencia pertinente para esta tarea, nosotros somos los papás del niño, y tenemos derecho a estar informados, a preguntar, a opinar, a confiar en nuestras propias intuiciones como padres, saber que lo que le podamos dar a este niño es de incalculable valor, y que junto a todos los cuidados médicos, un bebé recién nacido necesita, por sobre todas las cosas de su mamá, y si aún no puede ser acunado por ella, por lo menos debe oír su voz, sus canciones,etc.
Cada uno desde su lugar, quizás pueda hacer algo, para humanizar la neonatología, acercando los padres a su hijo, intentando disminuir el estrés que se sufre en situaciones como éstas, promoviendo una atención integral para los bebés y sus papás.