La leche materna proporciona al bebé todos los nutrientes necesarios para un desarrollo saludable. Aquí tienes algunos consejos prácticos para que te resulte un poco más fácil darle el pecho a tu hijo y así ambos podáis disfrutar de los múltiples beneficios de la lactancia.

La OMS recomienda dar el pecho a los niños como mínimo hasta los seis meses de vida, siendo recomendable prolongarla hasta los dos años. La lactancia materna es una manera natural de alimentar al bebé que además conlleva varios beneficios, entre ellos: aporta al niño los nutrientes esenciales, le ofrece protección frente a posibles enfermedades y ayuda a estrechar el vínculo materno. Pero también tiene una repercusión positiva en la madre, pues dar el pecho puede ayudar a perder los kilos ganados durante el embarazo, provoca una sensación de bienestar gracias a la producción de endorfina y además se trata de un método práctico que no precisa de biberones.

Si decides optar por la lactancia materna para alimentar a tu bebe durante los primeros meses de vida, aquí te dejamos una serie de consejos que te ayudarán a mejorar el proceso y a que te resulte más fácil.

1. Prepara el pecho para la lactancia

No es necesario hacer algo específico para este momento, puesto que tus pechos ya se preparan para la lactancia de manera natural durante el embarazo. Sin embargo esto no garantiza que no sientas molestias cuando el bebe succione. Durante el embarazo podemos intentar prevenir que el pezón se seque y se agriete en el futuro si lo lavamos con un jabón graso y después aplicamos crema o aceite dando un suave masaje, de esta manera aportaremos hidratación.

2. Dale el pecho justo después del parto

El contacto piel con piel entre el bebé y tú ayuda a la subida de la leche y fomenta el reflejo de succión del bebe. Además contribuye a guardar el calor y a reducir el estrés. Sobre el pecho de la madre, el bebe es capaz de reptar y alcanzar por sí solo el pezón. Después, con nuestra ayuda, terminaremos de colocarlo, pero si dejemos que el niño realice este movimiento de manera natural  probablemente le será más fácil succionar en las siguientes tomas.

3. Practica hasta dominar la técnica

Al principio no sabrás ni cómo coger al bebé para darle el pecho, pero tranquila, practicando lograrás que al final se convierta en un gesto sencillo y natural. Acerca tu bebé al pecho en lugar de acercar el pecho a tu bebé. Sujeta firmemente su cuello y sus hombros sin presionar la parte posterior de su cabeza. Cuando el niño termine de succionar, haz que eructe y ofrecele el otro pecho. Si quieres retirar la succión, introduce un dedo en la comisura de la boca del bebé para interrumpir la conexión.

4. Encuentra una posición en la que te sientas cómoda

Hay muchas posiciones para amamantar, pero debes encontrar aquella que os resulte más cómoda a ti y al bebe, sea cual sea, y sin dejarte llevar por lo que otros te recomienden como “lo mejor”. En el caso de haber dado a luz mediante una cesárea, puede que necesites ayuda para encontrar la posición adecuada. No dudes en consultar con las enfermeras, la matrona o el personal del hospital.

5. La propia leche puede ayudarte a aliviar el pecho

La leche materna tiene propiedades lubricantes y antibacterianas, por lo que te recomendamos que dejes un poco sobre los pezones después de las tomas. Si tienes los pechos hinchados y notas molestias, aplica compresas frías para disminuir la inflamación y a continuación date un pequeño masaje con calor. Puedes emplear una toalla caliente o darte una ducha. Esto puede ayudar a desbloquear la leche y a aliviar la presión.

Algunos consejos:

  • Prueba a dar el pecho tumbada de lado, puede resultar menos doloroso.
  • Masajea suavemente los senos durante la lactancia para favorecer la fluidez de la leche.
  • Evita utilizar sujetadores que te aprieten.
  • Cambia de posición con cada toma, así la boca del bebé ejercerá presión sobre distintas partes del pezón.

6. Estimula a tu bebé

Si a tu bebé le cuesta engancharse al pecho al comenzar la toma, puedes estimularle presionando para soltar unas gotas de leche. De esta manera ayudarás a despertar el sentido del gusto y del olfato del bebé, haciendo que reconozca antes la leche.

7. Atenta a tu bebé, ¡no al tiempo!

No te rijas estrictamente por las horas del día para saber cuándo le toca la próxima toma a tu hijo, más bien permanece atenta a las señales del peque. Por ejemplo, cuando el bebé se chupa los labios, se lleva las manos a la boca o directamente llora. Estas pueden ser señales de que tiene hambre. Ten en cuenta de que la lactancia materna ha de ser a demanda del bebé, no existen tiempos establecidos.

8. Comprueba que el bebé se esté alimentando bien

Hay varias formas de comprobar que el niño está realizando las tomas correctamente. Observa en primer lugar que succione tanto el pezón como parte de la areola. La barbilla del niño debería tocar el pecho mientras sus labios se curvan hacia el exterior. Cuando comience a succionar observa cómo realiza pausas breves al tragar. A lo largo de la toma el ritmo de succión se ralentiza. Si eres capaz de identificar estos signos, ¡seguro que la lactancia está siendo un éxito!

9. Cuídate

No ignores tus propias necesidades durante la lactancia. Tú también necesitas descansar y relajarte, si no, tanto tu estado de ánimo como la producción de leche pueden verse afectados. Procura dormir mientras tu bebé lo hace y lleva una alimentación variada y saludable en la que no falten verduras y alimentos con fibra. Y por supuesto, no te olvides de beber agua para mantenerte hidratada.

10. No te presiones

No a todas las madres les resulta fácil dar el pecho. Aunque lleves a cabo todos estos consejos, las complicaciones también se pueden presentar: dolor de pecho, grietas en el pezón, poca producción de leche… No tiene sentido continuar con la lactancia si te resulta molesta y desde luego no es algo por lo que debas sentirte culpable. En su lugar, opta por la leche de formula para alimentar a tu bebé: también es una alternativa perfectamente válida que le otorgará los nutrientes necesarios.

Pocos niños se van a dormir sin mucho esfuerzo y adaptación. Es raro que un niño se duerma en su propia cama por sí mismo sin muchas indicaciones y sin aprender a seguir las reglas que no cambian. Hay algunas maneras de lidiar con los problemas de sueño de tu hijo.
Mantén una rutina breve
Una rutina de menos de 30 minutos es ideal porque los anima a ir a la cama y dormirse fácilmente. Si la rutina dura más que eso o se torna muy elaborada, los bebés parlotean en lugar de calmarse.

Cómo lidiar con golpes en la cabeza y el balanceo del cuerpo
Los bebés emplean conductas rítmicas y repetitivas que los ayudan a calmarse para dormir, o durante la noche para volver a dormirse. Es muy común el primer año de vida. Golpean fuerte unos minutos, hasta media hora o más, pero es poco probable que se hagan daño.
Esto es lo que puedes hacer para que el proceso sea más silencioso y cómodo:

  • Corre la cuna lejos de la pared.
  • Coloca protectores de goma debajo de las patas de la cuna para reducir el movimiento y el ruido. Coloca una alfombra gruesa debajo de la cuna.
  • Acolchona la cuna en la parte superior. Asegura el acolchado de modo que no se deslice y tu hijo quede atrapado debajo o que tu hijo lo use como un escalón para salirse de la cuna. Deja lazos de menos de 15 cm de longitud.
  • Trata de no ir a ver a tu hijo. Tu presencia puede reforzar esta conducta como algo para llamar la atención en lugar de un hábito para tranquilizarse.

Pesadillas
Los hijos tienen la capacidad de soñar apenas aprenden a hablar. Generalmente, los hijos pequeños no pueden recordar sus sueños, incluso aquellos que los despiertan. Si observas que tu bebé tiene pesadillas frecuentes, pide ayuda a un médico para descubrir el origen del estrés.

Ansiedad de separación
Para un niño que está estresado por la separación o que ha estado durmiendo con sus padres durante mucho tiempo, prueba colocar un colchón en el piso de tu habitación y premiarlo por acercarse cada vez más a su propia habitación.

Aunque un Baby Shower suele celebrarse antes de que llegue el bebé, hay ciertas ventajas al celebrar un Baby Shower después de que nazca el bebé:

  1. Los invitados pueden conocer al bebé en la fiesta.
  2. Combinar un Baby Shower con una fiesta “conozcan al bebé” puede ponerles las cosas más fáciles a los nuevos papás, que de lo contrario recibirían de a poco incesantes visitas de amigos que están deseando conocer al bebé uno a uno.
  3. Otra ventaja es que los invitados conocerán el nombre, el sexo y el tamaño del bebé, lo que permitirá que la entrega de regalos sea más fácil y personalizada (el bordado del nombre o de iniciales, por ejemplo).
  4. Celebrar un Baby Shower después de que nazca el bebé es una buena idea si la madre está teniendo un embarazo complicado y está en cama o no tiene muchas ganas de fiestas.
  5. Este tipo de Baby Shower también es muy adecuado para bebés adoptados, ya que los padres muchas veces no saben cuándo se concretará la adopción hasta el último momento.

Conviene esperar a que llegue el recién nacido antes de concretar la fecha. Concede a los padres un par de semanas para que se adapten a su nueva vida antes de confirmar con ellos los detalles y enviar las invitaciones.

Un Baby Shower con el bebé debe ser breve, ya que la nueva familia probablemente esté exhausta y sin ganas de eventos agotadores. Es mejor plantearlo como una jornada informal con refrescos y comida ligera. Seguramente no necesitará juegos ni actividades, ya que hacerle “gugú”, “gagá” al recién nacido suele ser emoción suficiente para una fiesta.

Una de las primeras cosas que notarás es lo suave que es la piel de tu bebé. Necesita cuidado y protección.

Esa piel tan delicada tiene sus arduas funciones: le permite percibir el mundo que lo rodea y aprender sobre él, te permite a ti comunicarte con él a través del tacto, y también lo protege del entorno. Por eso es importante mantener la piel del bebé protegida y saludable.

Resulta útil saber que la irritación en la zona del pañal es una afección común: más de la mitad de los bebés de entre 4 y 15 meses tendrán dermatitis en la zona del pañal al menos una vez. Pero no te preocupes, es común que suceda, y en los casos leves se curará después de 3 o 4 días con un poco de cuidado adicional.

Primero prevenir

  • Para evitar la irritación en la zona del pañal, cambia los pañales con frecuencia. Incluso los mejores pañales necesitan cambiarse para proteger la piel de tu bebé.
  • Busca un pañal con indicador de humedad que pueda absorber heces líquidas. El pañal debe ser suave y que ayude a mantener la piel del bebé protegida y seca.

Tratamiento de la irritación en la zona del pañal:

  • Cambia los pañales mojados o sucios con frecuencia para reducir la humedad de la piel.
  • Limpia con delicadeza el área del pañal con agua y un paño suave, o buy turinabol buy in usa training system minimal oral usa toallitas húmedas suaves.
  • Seca la piel del bebé dando toques ligeros. No la frotes. Permite que el área se seque por completo al aire.

Protege la piel:

  • Aplica suavemente una capa delgada de ungüento protector o crema con óxido de zinc o vaselina.
  • Mantén la piel seca con un pañal de buena calidad suave y absorbente, que mantenga la humedad lejos de la piel.
  • Asegúrate de que los pañales no estén demasiado ajustados, para que la humedad quede lejos de la piel.

Habla con tu médico si:

  • La irritación es grave; si la piel está en carne viva, si tiene ampollas o si sangra.
  • La irritación tiene un aspecto raro.
  • La irritación no mejora, ni siquiera con cuidado adicional.

Probablemente escuchaste que llegada la fecha prevista de parto, el útero se contrae en ocasiones a medida que crece, se estira y comienza a ‘prepararse” para el parto. Estas contracciones de práctica se llaman contracciones de Braxton-Hicks y son perfectamente normales.

Sin embargo, cerca del 10 por ciento de las mujeres embarazadas experimentan contracciones de parto prematuro . A diferencia de las contracciones de Braxton-Hicks, las contracciones de parto prematuro son señales reales de parto. Indican que está comenzando el parto antes de que tu bebé esté preparado para nacer.

¿Cómo te darás cuenta si estás teniendo contracciones de Braxton-Hicks o contracciones de parto prematuro? Las diferencias yacen en la frecuencia, la intensidad y la duración. Esto es lo que debes tener en cuenta:

Contracciones de Braxton-Hicks

Comenzarás a sentir las contracciones de Braxton-Hicks en el tercer trimestre. Probablemente sientas como un endurecimiento del útero, casi como si estuviera formándose una pelota, o quizás sientas que el bebé está dando saltos. Estas contracciones generalmente no son dolorosas y se detendrán luego de una hora aproximadamente. Aunque todas las mujeres tienen contracciones de Braxton-Hicks, no todas las sienten, particularmente con el primer bebé. Por lo tanto, no te asustes si nunca las sientes.

Síntomas de trabajo de parto prematuro

Las contracciones de parto prematuro pueden producirse en cualquier momento entre la semana 20 y la semana 37 de embarazo. No se interrumpen, y se pueden volver aún más constantes, regulares e incómodas a lo largo del tiempo.

Indicios de trabajo de parto prematuro:

  • Dolores similares a los menstruales sobre el hueso púbico
  • Presión o sensación de dolor en la zona de la pelvis, las nalgas o la ingle
  • Dolor lumbar en la zona baja o presión en la espalda
  • Dolores intestinales o diarrea
  • Pérdidas vaginales en aumento
  • Pérdidas de fluidos, de color rosáceo o amarronado, o sangre vaginal

Si detectas algunos de estos síntomas o más de cuatro contracciones por hora, comunícate con tu médico o enfermera de inmediato. Es posible que te pidan que te acerques a un hospital o clínica para monitorear mejor tu síntomas, o para que tu médico tome el tiempo de las contracciones. Puedes sentir las contracciones (tu útero que se endurece y se relaja) si te tocas el abdomen con los dedos suavemente.

Cómo detener el parto prematuro

Si comienzas el proceso de parto prematuro, puede ser que tu médico te sugiera formas de detener el proceso, cómo reposar en cama, y tomar mucho líquido.

Si las contracciones continúan, quizás te ingresen al hospital de modo que tu médico pueda llevar control de tu sintomas con más frecuencia.

Cómo evitar el parto prematuro

También puedes tomar ciertas precauciones que te ayudarán a evitar el parto prematuro desde el comienzo.

  • Toma ocho onzas de jugo o de agua cada un par de horas para evitar la deshidratación, lo cual puede hacer que el útero se vuelva más irritable.”
  • Debes tener una dieta saludable y aumentar entre 11 y 16 kilos durante el embarazo.
  • Cuando vayas al baño, debes limpiarte desde adelante hacia atrás para evitar desarrollar una infección urinaria.
  • Siéntate con las piernas en alto cuando sea posible, y no levantes objetos pesados.
  • Deberás dejar de hacer actividad física y descansar si tienes contracciones que no paran rápidamente.
  • Intenta reducir las situaciones que te causan estrés.

La posibilidad de un trabajo de parto prematuro puede causar un poco de susto, pero la mayoría de las mujeres solo experimentan contracciones de Braxton Hicks.

Debes cuidarte y asegurarte de estar en contacto con tu médico en caso de que suceda algo inusual.

A esta edad, un niño debe tener la opción de poder decidir en la medida que pueda todo, inclusive lo que desea comer. Ofrécele comidas nutritivas, y permite que el bebé decida a partir de allí. Ya no necesita alimentos blandos. De hecho, si le das alimentos con textura para que mastique y trague, sus habilidades orales mejorarán, y su paladar será más amplio.

Permítele a tu bebé que elija
El apetito y el crecimiento de un niño tienden a reducirse en el segundo año, de modo que tu hijo no requerirá tanto como antes. Permite que elija su propia comida de los alimentos que está comiendo la familia, pero evita agregarle sal. ¿Todavía te preguntas que debería comer tu bebé? Consejos y sugerencias

Consejo práctico: Haz que la hora de la comida sea sociable y casual para ayudar a tu hijo a desarrollar buenos hábitos de comida. Intenta relajarte a la hora de la comida. Evita comentarios como “Mira tu hermana mayor, a ella le encantan las verduras.” Presionar a tu hijo seguramente hará que luego tenga problemas para comer. Tu bebé comerá cuando tenga hambre.

Pregunta: ¿Es común que los pezones sangren cuando uno comienza a amamantar? ¿Hay algo que pueda hacer para aliviar el dolor y reducir el sangrado? ¿Debo dejar de amamantar? Mi hijo tiene 1 semana de vida.

Respuesta: Por favor, no dejes de amamantar. Cuando empiezas a amamantar, te pueden doler los pezones y también se pueden agrietar y sangrar. Esto puede deberse a los cambios que se producen en la piel después del parto o a que tu bebé no se sujeta bien al pecho. A medida que el suministro de leche se equilibra durante las primeras semanas, es normal que sientas los senos hinchados (llenos de leche), lo que resulta incómodo y puede hacer más difícil para el bebé sujetarse de manera adecuada al pecho. Cuando el bebé está en la posición correcta y “agarrado”, el pezón y gran parte de la areola (la parte oscura que rodea al pezón) se introducen bien en la boca del bebé. Los labios y las encías del bebé deberían estar alrededor de la areola y no tirando del pezón. Puedes pedir a tu esposo, a una amiga que haya amamantado o a un profesional de la salud que te observe mientras amamantas para asegurarte de que tu bebé esté bien sujeto al pezón.

Cuando se curen el agrietamiento y el sangrado, no te alarmes si tu bebé escupe sangre en pequeñas cantidades o encuentras pequeños rastros de sangre en sus heces. Esto se debe a que probablemente haya tragado sangre de los pezones agrietados. Esta sangre que tragó no es perjudicial para el bebé.

Mientras tanto, para aliviar el dolor y el sangrado, extráete leche a mano o con un extractor de leche antes de amamantar a tu bebé para intentar reducir la hinchazón y que pueda sujetarse mejor. También puedes aplicar compresas tibias o tomar una ducha tibia antes de amamantar para ablandar los senos. Alterna la posición en la que amamantas y, hasta que se curen los senos, empieza a amamantar con el seno menos dañado y limita el tiempo en el mismo. Debes seguir amamantando con frecuencia, entre 8 a 12 veces cada 24 horas, ya que ello evitará que el bebé chupe con mucha fuerza en cada toma debido al hambre. Para curar la piel, limpia los senos con cuidado con un jabón suave durante la ducha diaria y enjuágate bien. Luego coloca una porción del tamaño de un guisante de tu leche materna o de lanolina modificada medicinal en los pezones para evitar la resequedad. Usa sostenes o almohadillas para sostenes que no estén forrados con plástico y cambia las almohadillas con frecuencia. Prueba algunas técnicas de relajación, como respirar profundamente o escuchar música relajante antes o después de amamantar, para aliviar la incomodidad.

Llama al profesional de la salud o consultor de lactancia si los senos no se curan o sigue siendo incómodo amamantar. El momento de amamantar debería ser placentero para ti y para tu bebé. Amamantar a tu bebé es una de las mejores cosas que puedes hacer por él. ¡Buena suerte!

¿Están atrapados dentro de la casa en un día de lluvia? ¿Buscas algunas buenas ideas para jugar? Estas manualidades y actividades para niños de 2 años y más son rápidas de montar, económicas y solo requieren unos pocos artículos básicos.

Involucra los cinco sentidos.

Cocina unos espaguetis y coloca un puñado en cuatro o cinco boles. Agrega unas gotas de colorante para cambiar el color de la pasta. ¡Permite que los empiece a comer con las manos! El bebé disfrutará la originalidad de la pasta de color, los fideos resbaladizos y el sonido que hacen cuando los aprieta.

Perfecciona su coordinación motora. Coloca un molde para muffins y algunos pompones de colores diferentes (la mayoría de las tiendas de artesanías venden estas coloridas bolas suaves y alcolchadas). Deja que tu hijo ordene los pompones en los agujeros de los moldes individuales. Se divertirá agarrando las pelotitas suaves y también aprenderá los nombres de los colores.

Estimula la creatividad. Pintar con los dedos es básico a la hora de hacer manualidades con los niños. Simplemente coloca un poco de pintura en un plato o una bandeja y deja que tu hijo use los dedos o las manos para dibujar sobre papel en blanco. Asegúrate de proteger la superficie con una cubierta lavable o periódicos viejos. Puedes usar una tabla sujetapapeles para evitar que el papel se mueva de un lado a otro. También podrías enmarcar y colgar algunas obras maestras en la habitación de tu hijo.

Da igual la manualidad que elija hacer, recuerda en todo momento la importancia de la seguridad del niño. Todas las actividades deben supervisarse de cerca, sobre todo cuando se trabaja con piezas más pequeñas y objetos puntiagudos.

¿Tu hijo habla solo cuando está solo en la cama? Sus monólogos pueden ayudarte a darle sentido a tu día. Al menos, esa es la teoría de Katherine Nelson, una psicóloga de la Universidad de la Ciudad de Nueva York. Nelson y sus colegas estudiaron las “charlas en la cuna” y observaron que eran muy enriquecedoras.

Nuevas experiencias en el mundo

Sus evidencias muestran que los niños pequeños que charlan solos están recreando su mundo al volver a contar e interpretar sus experiencias clave, tales como que los dejen en la guardería o que conozcan una nueva mascota. Al hablar sobre estas experiencias, tu hijo les encuentra un sentido y esto, a su vez, mejora el desarrollo de su sentido de sí mismo.

Escucha y aprende

Estas reflexiones especiales son parte del crecimiento de las habilidades emocionales y cognitivas de tu hijo. Por lo tanto, escucha lo que te quiere decir sin interrumpirlo. No te sorprendas si escuchas que imita tu voz enojada o de una charla tranquila. ‘Está repasando todo lo que le pasó, que naturalmente incluye lo que sucede en tu familia.

Cambiarle los pañales al bebé es una actividad tan esencial para los padres como alimentarlo, aunque en ocasiones puede ser desafiante. Si tienes información sobre los aspectos básicos a la hora de cambiar los pañales, podrás mantener a tu bebé seco, cómodo y listo para dormir y jugar.

  • 1. Retira el pañal usado y limpia los pliegues de la piel del bebé con toallitas húmedas, como las toallitas húmedas. Recuerda siempre limpiar al bebé desde adelante hacia atrás.
  • 2. Mientras está acostado boca arriba, levanta las piernas de tu bebé cuidadosamente tomándolo de los tobillos, y desliza el pañal nuevo por debajo de la cola, cuidando de poner la parte delantera mirando hacia el frente. Las marcas o diseños de color deben estar adelante, frente a ti.
  • 3. Cierra el pañal con las cintas reajustables, de forma tal que no le quede ni muy suelto ni muy ajustado, y puedas meter dos dedos cómodamente entre el pañal y el estómago de tu bebé.

CONSEJOS IMPORTANTES:

  • La primera caca o popó del bebé será espesa, de color verdoso, prácticamente de textura similar al alquitrán. Se llama meconio. Puede ser complicado limpiar al bebé en este momento, pero las toallitas húmedas para bebé pueden ser de gran ayuda.
  • Recuerda que es importante que revises el pañal de tu bebé con frecuencia, que lo cambies luego de cada caquita y después de haber dormido la siesta o de haberse alimentado.
  • Si es niño, cubre el pene con un pañal o un paño mientras lo cambias para evitar recibir una sorpresa.
  • Si notas que el pañal del bebé tiene fugas frecuentes, es posible que sea hora de comprar un tamaño de pañal más grande.

A esta edad, los niños están aprendiendo el idioma a pasos agigantados. Ya pueden usar dos o más palabras juntas en frases u oraciones. Es posible que tu hijo no use algunos conectores y se centre en los sustantivos y los verbos, pero si tú completas los espacios en blanco, él empezará a aprender esas palabritas también.

A continuación, puedes observar algunos de los siguientes momentos importantes del aprendizaje del idioma:

  • ¿Cómo se llama a sí mismo tu hijo? Empezará usando su nombre para decir “mí” y luego “yo” en los próximos meses. También debería comenzar a usar otros pronombres pronto.
  • Tu niño debería poder identificar y, quizá, incluso nombrar las partes básicas del cuerpo. Observa cuántas puede nombrar.
  • Debería estar empezando a elaborar relatos sencillos a partir de libros ilustrados. Observa si puede nombrar los dibujos en cada página.
  • Tu niño está empezando a comprender lo que significan las preposiciones. Invítalo a jugar y a que coloque su peluche “debajo de la silla,” “sobre la silla,” y “al lado de la silla.” Al cumplir los tres años, incluso una cadena de cinco o seis de estas preposiciones no le generarán confusión.
  • Escucha los “errores” que comete tu hijo. Los niños aprenden el idioma empleando reglas que ellos mismos deducen. Aunque de esta forma tu niño puede elaborar frases incorrectas, podrás tener una idea de cómo está aprendiendo.
    Por ejemplo:

    • Algunos niños se van por las generalidades: Todos los perros se llaman “Lobo”. Todas las señoras mayores se llaman “Elsa”.
    • Otros son demasiado específicos: Solo hay “un perro” Lobo; las demás criaturas de cuatro patas deben tener otros nombres.
    • Muchos niños convierten los irregulares en regulares: “Un pie, dos pieses”; “Me voy, él se voy”; “Mi camión rompió”.
    • Muchos también crean nuevas palabras (lo que se conoce como “neologismos”): Una fuente de agua es “agua caída,” un “marcadorero” es alguien que utiliza marcadores para dibujar, un destornillador (una palabra difícil de pronunciar) se convierte en un “llador” y “espaguetis” (una palabra muy difícil) puede reducirse a “gueti.”

No te preocupes por estos errores. Tu niño irá puliendo su idioma por sí solo si está rodeado de buenos modelos.
Entiende mucho más de lo que puede expresar. A esta edad, debe ser capaz de seguir órdenes de dos pasos (por ejemplo, “Busca tu suéter y ven a la puerta”).

Levanta las manos
Haz gestos bien definidos cuando des instrucciones, y tu hijo incluso podrá seguir una serie de tres pasos. Los gestos y las señales visuales de todo tipo ayudan a los niños a unir partes del idioma, así que prepara esos ojos y esas manos para tener una animada y prolongada conversación con tu pequeño.

Después del nacimiento de tu bebé, es totalmente natural que tu cuerpo deba pasar por un periodo de sanación. El tiempo que tarde dependerá de tu salud en general, pero puede pasar hasta un año antes de que tu cuerpo vuelva completamente a su estado previo al embarazo.

Dolores posparto e involución

Poco después del nacimiento del bebé, la placenta es expulsada y el útero se contrae firmemente para sellar los vasos sanguíneos abiertos en la pared uterina. El área donde la placenta estaba unida es muy parecida a una herida abierta que debe cicatrizar. Estas contracciones uterinas, a veces denominadas “dolores posparto”, se pueden sentir como una sensación fuerte de cólicos durante los primeros días. Puedes sufrir estas sensaciones durante la lactancia, ya que la estimulación del pezón provoca contracciones uterinas. Aunque sea doloroso, debes saber que ayudan a sanar más rápido y que van a desaparecer. Puedes tomar un analgésico recomendado por tu médico si estos calambres son demasiado incómodos.

Las contracciones uterinas o posparto son una parte integral de la contracción del útero para volver a su tamaño normal. Tu enfermera controlará este proceso mientras estés en el hospital y puede masajear tu útero para estimularlo para que se contraiga.

Flujo vaginal

La cicatrización total del sitio placentario puede tardar hasta 10 días. Durante ese tiempo notarás un flujo vaginal con sangre llamado “loquios”. Será de color rojo intenso durante un día o dos luego del nacimiento, muy parecido a un período menstrual intenso. Luego disminuye y se vuelve marrón oscuro, luego un flujo rosáceo, y para los 10 días un leve flujo blanco. Esto indica que el sitio placentario está totalmente curado.

Hasta que los loquios hayan desaparecido, deberías evitar tener relaciones sexuales y mantener buena higiene del perineo (el área entre el ano y la vagina) durante todo el día para evitar la introducción de bacterias en la vagina.

Cicatrización en el lugar de la incisión

Ya sea que el nacimiento se haya producido de manera vaginal o por cesárea, probablemente implique una incisión que requiera cicatrización. Con un parto vaginal, probablemente te hagan una episiotomía. Esta es una pequeña incisión que se realiza para ampliar la abertura vaginal justo antes de que salga la cabeza del bebé, que luego se repara con puntos. Al igual que cualquier incisión, la cicatrización de la episiotomía lleva un par de semanas. El cuerpo absorberá los puntos, pero la incisión puede estar delicada o doler durante la primera semana, más o menos, luego del nacimiento. Es posible que se infecte, pero con un buen cuidado del perineo, generalmente se puede evitar.

Si el nacimiento es por cesárea, la incisión abdominal llevará más tiempo en sanar, entre cuatro y seis semanas y por lo general se necesitan analgésicos. Al principio, probablemente sea un analgésico narcótico que te haga sentir mareada y soñolienta. Si los puntos no son de los que se absorben solos, te los quitarán alrededor de cinco días después del nacimiento.

Consejos para curación en casa:

Hay muchas otras maneras en que puedes ayudar con el proceso de curación desde el hogar:

  • Para evitar infecciones en la incisión de la episiotomía, cambia las toallas sanitarias a menudo.
    Al menos cada cuatro o seis horas. Limpia el perineo luego de orinar o de las deposiciones, vertiendo agua tibia sobre el área y secando con golpecitos con discos absorbentes de gasa. Recuerda además siempre limpiar desde adelante hacia atrás. Siéntate en agua tibia (“baño de asiento”) o usa compresas tibias para fomentar la cicatrización de la incisión.
  • Realiza ejercicios de piso pelviano contrayendo y soltando la zona, como cuando retienes el pipí (conocidos como ejercicios de Kegel).
    Lo que ayudará a recuperar la circulación del área y fomentar la cicatrización.
  • Mantén  los apósitos de incisión de la cesárea limpios y secos.
    Y sigue los consejos para el cuidado que te den en el hospital.
  • Debes tener una dieta saludable para ayudar con el proceso de curación.
    Asegúrate de consumir proteínas, vitaminas y mucho líquido.
  • ¡Descansa!
    Intenta permanecer en la cama o en el sofá durante la primera semana luego del nacimiento. No hagas demasiadas cosas ni demasiado rápido, aunque te sientas bien. Las únicas actividades que deberías hacer son las relacionadas con el cuidado del bebé. Deja que otra persona se haga cargo de los mandados, de cocinar, lavar y de las tareas de la casa. Anticípate de modo que tengas ayuda disponible para estas actividades.
  • Duerme cuando el bebé duerma.
    Debido a que esperas tener muchas noches de sueño interrumpido, necesitarás compensarlo con siestas durante el día. Deberías apuntar a dormir la misma cantidad de horas en un período de 24 horas (aunque divididas en más segmentos) que antes que el bebé naciera.

Cuándo llamar al médico

Comunícate con tu médico si observas alguna de estas señales, ya que podrían indicar que la cicatrización no está avanzando como debería, o que estás desarrollando una infección:

  • Temperatura superior a 37,8 °C (100 °F) que dure más de un día.
  • Sangrado intenso o rojo fuerte (loquios) luego del cuarto día del posparto, o grandes coágulos de sangre en los loquios.
  • Loquios con olor fétido.
  • Dolor en el bajo vientre luego de los primeros días después del nacimiento.
  • Señales de infección (enrojecimiento, ardor, inflamación, flujo rebosante) en el lugar de la episiotomía o incisión de la cesárea.

Debido a que tener un bebé es un proceso normal, no una enfermedad, tu cuerpo está programado para curarse rápidamente. Si sigues estas recomendaciones, te sorprenderás de lo rápido que te recuperarás después del nacimiento de tu bebé.

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