La diarrea es la evacuación frecuente de deposiciones líquidas, y por lo general dura alrededor de una semana. Puede deberse a alguna enfermedad o a algo que tu niño comió. Aquí te contamos algunas maneras de aliviar a tu hijo.

Astringentes
El principal problema de la diarrea es la pérdida excesiva de líquido, lo que puede causar deshidratación. Si tu hijo tiene nada más que deposiciones flojas, dale un poco más de agua, leche materna o fórmula que la que toma habitualmente en cada comida. Si tu bebé ya come alimentos sólidos, dale aquellos que actúen como “”astringentes””, como puré de manzana, bananas, arroz y papas. Evita el jugo de fruta.

Aumenta la ingesta de electrolitos.
Si las deposiciones son realmente acuosas, dale una de esas soluciones de electrolitos que ya vienen preparadas, en dosis pequeñas (entre una y dos cucharadas soperas) pero frecuentes (cada quince a treinta minutos) durante alrededor de veinticuatro horas. Si estás amamantando a tu bebé, continúa haciéndolo.

Deposiciones rojas o verdes
Si las deposiciones son verdes, acuosas y explosivas, significa que están pasando por el intestino delgado demasiado rápido. Sea moderado o severo, este tipo de diarrea muy probablemente irritará la piel de tu bebé. Si encuentras sangre o pus en las deposiciones, debes llamar de inmediato al médico (a menos que se trate de una cantidad pequeña de sangre de color rojo brillante que claramente provenga de una pequeña fisura en la piel del ano).

Mantén a tu niño seco y limpio.
Ya sea moderada o severa, la diarrea probablemente irrite la delicada piel que está en contacto con el pañal. Puedes aliviar a tu bebé manteniendo el área limpia y protegida con vaselina. Usa un pañal absorbente de primerísima calidad para mantener a tu bebé tan seco como buy human growth hormone injectable why the human sea posible y para evitar derrames.
Mantener a tu bebé hidratado es un factor clave para controlar la diarrea.”

A esta edad, tu hijo se mueve mucho más cada día. Él puede hacer muchas actividades interesantes por su cuenta; correr por las escaleras, caminar hacia atrás, saltar, brincar e incluso andar en triciclo o una bicicleta. Necesitará mucho tiempo de práctica cada día, por lo que debes planificar paseos regulares al parque y caminar alrededor de la cuadra.

Disfruta de su independencia
Disfruta de la alegría y el sentido de aventura con que tu hijo encara esta independencia física que acaba de descubrir. Sin embargo, recuerda que eres responsable de su seguridad. Él no puede anticipar muy bien el peligro a esta edad, por lo que debes establecer reglas claras, muy específicas, tales como:

    • “las dos manos en el columpio”
    • “no se corre en la calle”
    • “siempre se da la mano al cruzar la calle”

Las órdenes imprecisas tales como “más lento” o “tranquilízate” no tienen sentido para tu hijo, y es probable que las ignore.

Nota:

En general, debes ser lo más clara y específica posible cuando le das una orden a tu hijo. Él no entiende lo que quieres decir al menos que se lo digas detalladamente. (Por ejemplo: “Nada de bicicletas en el baño” o “mira siempre hacia donde vas”.)

Nadie desea que su hijo(a) crezca demasiado rápido, pero su crecimiento también trae consigo muchas cosas maravillas y el primer diente del bebé marca un momento emocionante. Lo normal es que la dentición comience en cualquier momento entre los 3 y los 12 meses de edad. ¿Sabías 1 de cada 2.000 bebés nacen con un diente).

Algunos bebés no tienen síntomas pero otros muestran señales de que les está por salir un diente, como el babeo constante.

La dentición también varía de un niño a otro. Generalmente, cuando le empiezan a salir los dientes al bebé, aparecerán alrededor de cuatro dientes cada seis meses. Estos primeros dientes se conocen como dientes de leche y serán reemplazados por dientes adultos permanentes cuando tenga entre 6 y 12 años de edad.

Es probable que el primer diente le salga entre los 4 y los 7 meses. Por lo general, los dientes frontales inferiores (los incisivos centrales) salen primero y sus homólogos superiores aparecen después.

Los dientes pueden salir en pares. Los laterales superiores e inferiores aparecen entre los 9 y los 16 meses. Luego siguen los colmillos, que generalmente apareceren antes de que el bebé cumpla 2 años. Por último aparecen los molares, justo antes del tercer cumpleaños. Aunque a las nenas les salen los dientes antes que a los nenes, la mayoría de los niños ya tienen 20 dientes a los 3 años.

Los dientes del bebé saldrán cuando sea el momento, por eso no te preocupes si a los hijos de tus amigos les salen los dientes antes que al tuyo.

Recuerda que los bebés pueden masticar incluso sin dientes y siempre es importante ser consciente del peligro de asfixia y de supervisarlos mientras comen. Aun cuando tienen todos los dientes, algunos alimentos pueden causar asfixia como por ejemplo las uvas y debes partirlas en cuartos a lo largo antes de servírselas a los pequeños.

Disfruta de este paso fundamental de su desarrollo. No te preocupes ya que los dientes de tu bebé aparecerán cuando estén listos.

Dentición y sarpullido producido por el pañal: ¿mito o realidad?

El pediatra estadounidense Tom DeWitt dice que la dentición, el sarpullido producido por el pañal y las heces blandas pueden ocurrir al mismo tiempo pero que probablemente no estén relacionados entre sí. La dentición acompañada por diarrea no es un efecto secundario esperado. Si el bebé tiene diarrea durante la dentición, observa los síntomas de deshidratación y consulta con un profesional médico si tiene fiebre alta (>102 F) o si hay sangre o pus en sus heces.

Posiblemente no vivirás ningún otro momento en que te importe menos coger kilos que durante la gestación. No obstante y aunque debes disfrutar de tu nueva silueta sin complejos, es bueno saber cuánto puedes engordar en el embarazo para que éste sea sano y saludable tanto para ti como para el bebé.

No, ¡no hay que comer por dos durante el embarazo! Pero sí hay que comer para dos (o para tres, si esperas gemelos), pero definitivamente, la gestación no puede ser la excusa para descuidar tu alimentación. Al contrario, debes vigilar, más que nunca que sea lo más equilibrada y saludable posible.

¿Esto significa que no puedes darte caprichos? ¡No, en absoluto! Habrá momentos en que tu cuerpo te pida algo dulce y debes hacerle caso (a no ser que el médico te lo haya prohibido, por ejemplo si tienes diabetes gestacional), Toma nota de los siguientes consejos para saber cuántos kilos puedes engordar durante el embarazo para que tu estado de gestación se desarrolle de forma sana.

Una alimentación sana, saludable y completa

Durante estos nueve meses es indispensable mantener una alimentación equilibrada, sobre todo si antes de quedarte embarazada no tenías buenos hábitos alimentarios. Aumenta la ingesta de frutas y verduras, lácteos, carne, pescado (solo los recomendados), cereales integrales… Y evita los alimentos demasiado grasos y azucarados que no tienen interés nutricional y además no te sentarán muy bien ya que durante la gestación el ritmo digestivo es más lento.

¿Cuántos kilos puedo engordar durante el embarazo?

Primer trimestre:

El aumento de peso debería ser escaso. Algunas mujeres incluso pueden adelgazar un poco a causa de las náuseas y los vómitos aunque se suele recuperar durante el segundo y el tercer trimestre. En general, a no ser que el médico indique lo contrario, durante el primer trimestre hay que alimentarse con la misma cantidad de comida (si ésta era moderada) que antes del embarazo, sin aumentar la ingesta.

Según los expertos se recomienda no sobrepasar el kilo por mes de gestación aunque los estándares que se permiten son los siguientes:

– Para una mujer de peso medio podrá engordar entre 11kg y 16kg.
– Para una mujer de peso bajo lo normal es aumentar entre 13kg y 18kg.
– Para una mujer obesa lo normal es aumentar entre 5kg y 9kg.

Segundo semestre:

Es en el transcurso del segundo trimestre es cuando las futuras mamás sienten más hambre. El segundo trimestre es considerado como el “paraíso” de la gestación. La madre ya no nota las molestias iniciales del embarazo, se encuentra más activa, con más energía, puede salir… Y todo ello conlleva también cierto aumento del apetito. Muchas mujeres comienzan a sentir antojos. No hay problema en saciarlos, siempre que se trate de alimentos sanos, pues hay otra variedad, denominada “pica”, por la que se sienten atraídas a comer cosas peligrosas como tiza, pintura…

El estomago se empieza a notar y es normal engordar un kilo al mes, aproximadamente, como decíamos. En cuanto al régimen de comidas, lo mejor es hacer unas cinco al día, para no dar lugar a episodios de hipoglucemia.

Tercer trimestre:

Lo ideal sería continuar aumentando un kilo por mes para llegar al final con 9 kilos pero a muchas mujeres les resulta imposible, así que hay ginecólogos que amplían un poco los límites hasta una ganancia de 10-12 kilos en todo el embarazo. Unos son muy estrictos con el peso, mientras que otros no le dan tanta importancia.
Ahora bien, debes saber que el aumento de peso excesivo es una señal de alarma. Sucede cuando la embarazada coge alrededor de un kilo por semana. Entonces, el médico tendrá que comprobar que no hay otros síntomas, como retención de líquidos e hinchazón de extremidades, pues podría tratarse de un cuadro más grave.

Reparto del peso

El reparto del peso ganado en el embarazo es el siguiente:
– Para el bebé, de 3 a 4 kg
– Útero: 900 g
– Placenta: 500 g
– Pechos: 400 g
– Volumen sanguíneo: 1,5 kg
– Reservas lipídicas: de 2 a 3 kg
– Retención de agua: 2 kg

Pero hay que tener en cuenta que no todas somos iguales y los datos anteriores son sobre todo indicativos.
Existen variables que permiten estimar el aumento de peso deseable según la mujer. Igualmente, los expertos aconsejan que las mujeres lleguen al embarazo en un óptimo estado nutricional. No es bueno enfrentarse al embarazo con obesidad, ya que el exceso de grasa puede dificultar la interpretación de pruebas como las ecografías además de conllevar más riesgos para madre e hijo. En el otro extremo, tampoco se aconseja que la mujer esté demasiado delgada. Lo mejor es llegar al embarazo con un peso óptimo, según el IMC.

La buying legal proviron online in australia volume dermatitis del pañal es un problema frecuente de la piel que enfrentan los padres con hijos pequeños. La mayoría de los bebés experimentarán dermatitis del pañal en algún momento antes de dejar el pañal, pero el desarrollo y el refinamiento de la tecnología de pañales súper absorbentes a lo largo de los años ha ayudado a reducir la gravedad y la frecuencia de estas rosaduras.

La dermatitis del pañal en general está causada por el contacto prolongado de la orina y las heces con la piel sensible en el área del pañal del bebé. El uso de pañales descartables puede ayudar a minimizar la exposición a la humedad y a agentes irritantes pero no puede evitar por completo que se produzca la dermatitis del pañal. La dermatitis del pañal ocurre con más frecuencia cuando el niño tiene diarrea o comienza a ingerir alimentos sólidos.

Los padres pueden minimizar las posibilidades de que su hijo desarrolle dermatitis del pañal al cambiarle el pañal con frecuencia, limpiar con suavidad el área después de cada defecación y usar una crema protectora. Si la dermatitis del pañal continúa o es grave, entonces los padres deben consultar al médico.

Con su primer hijo, uno de mis amigos se preparaba para ir de paseo una hora al parque, como si fuera a estar una semana en la selva tropical. Llevaba un bolso cargado con pañales adicionales, cremas, toallitas húmedas, una manta, un biberón, un gorro adicional, algunos sonajeros y diversos otros artículos. Cuando llegó su segundo hijo algunos años más tarde, simplemente colocaba un pañal adicional en el bolsillo trasero de sus pantalones, algunas toallitas húmedas extra y salía de paseo con el niño en brazos.

“Ahora ya sé que puedo manejar la situación”, me dijo. “No es nada difícil.”

Lo mismo ocurrió con el segundo embarazo de la esposa. Otros padres con los que he hablado concuerdan. La primera vez, se siente como si los dos emprendieran un viaje a lo desconocido. Cada cambio de humor, cada molestia, cada modificación en el cuerpo se magnifica porque es nuevo. La segunda vez, los dos conocen ya el recorrido, lo que les permite distinguir lo que es esperable, de lo que no.

Equivocadamente se dice que los padres se comprometen menos emocionalmente con el segundo embarazo que con el primero. Sin embargo, es más probable que nuestro compromiso sea distinto porque prestamos atención a diferentes cosas. Nuestros puntos de referencia son distintos. Tal como pasaba con mi amigo y las salidas al parque, ya no son tan preocupantes las situaciones. Sabemos que las náuseas matutinas pasarán y que probablemente subamos también nosotros algunos kilos de “solidaridad” durante los 9 meses. Compramos anticipadamente el tipo de alimento que puede ser un antojo a la madrugada.

La segunda vez, nuestra atención está dividida. Ya no podemos estar centrados solamente en nosotros y nuestra pareja, también tenemos que prestar atención a nuestro otro hijo. ¿Qué piensa este hijo sobre esta situación? ¿Cómo manejaremos todos los cambios, como familia?

Nuevos pensamientos se nos ocurren y aparecen cuando menos los esperamos. ¿Fue tan solo suerte que nuestro primer hijo sea saludable? ¿Sentiremos lo mismo por el segundo que sentimos por el primero? ¿Cómo pagaremos sus estudios? ¿Hay espacio suficiente en nuestra casa? ¿Son estables nuestros empleos? ¿Qué hacer si algo sale terriblemente mal?

Es importante hablar sobre estas preocupaciones. Decirlas permite ponerlas en perspectiva. Una manera excelente de hacerlo es anotarse en otra clase prenatal. Es verdad que ya lo has vivido, probablemente recuerdes los ejercicios de jadeo y de respiración, los modelos de plástico y los masajes en la espalda. Pero esta vez, entrarás a la clase con experiencia. Otros alumnos te consultarán. Podrás escuchar cosas que probablemente se te pasaron la primera vez.

Y aprenderás cuál es la diferencia esta vez, y qué puedes hacer para ayudar.

Los empujones, sacudones e incluso los golpes son normales, hasta cierto punto, cuando los niños pequeños se juntan. La mayoría de las veces no hay de qué preocuparse. Las lesiones son pocas, y las disputas se olvidan enseguida.

Enfrentar la situación también es un acto agresivo
Algunos niños pequeños y niños de edad preescolar participan repetidamente en peleas. Para ellos, la agresión se convierte en el enfoque principal para enfrentar prácticamente cualquier situación. No son bravucones. De hecho, en ocasiones buscan peleas sin sentido con niños que son mucho más grandes físicamente y que tienen mayor edad que ellos. Parece que los sistemas nerviosos en desarrollo de los niños pequeños y de los niños de edad preescolar no les permiten controlar sus impulsos tanto como otros niños. En el caso de otros niños, se trata más de una necesidad de aprender y practicar habilidades sociales.

Cuando la agresión funciona
En otros aspectos de sus vidas, la agresividad en ocasiones es recompensada. Un niño que se adelanta en la fila para ir al tobogán en el patio de juegos probablemente será el que más utilizará el tobogán. El niño que se porte mal probablemente será el que obtenga más atención del maestro. Desde el punto de vista de un niño, la diferencia entre ser asertivo y agresivo puede no ser muy clara.

Cómo detectar los indicios
La mejor manera de tratar con un niño que demuestra ser agresivo es evitar el comportamiento en primer lugar. La mayoría de estos niños muestran un patrón claro de comportamiento agresivo. Posiblemente sean agresivos solo en su casa o en público. Un niño tiende más a ser agresivo por las tardes, cuando está cansado, o cuando se siente frustrado. Parte de este patrón te ayudará a estar preparada para intervenir.

Además, la mayoría de los niños agresivos de esta edad atraviesan una secuencia consistente de comportamientos antes de dar un golpe o una patada. Algunos niños comienzan a apretar los dientes y mirar fijamente. Otros quizás se mueven hacia adelante y hacia atrás.

Cómo ayudar a tu niño
Una vez que hayas determinado los desencadenantes o momentos más comunes, puedes determinar los comportamientos, y lo más sencillo que puedes hacer es retirar al niño de ese entorno. Tener una mejor estructura también ayuda a estos niños. Las estructuras ofrecen predictibilidad, lo cual los ayuda a sentirse más tranquilos y bajo control. Aunque puede resultar tentador en el momento, darle una nalgada a un niño por su mal comportamiento no funciona. De hecho, es posible que empeore la situación, ya que tu ejemplo es el comportamiento que no deseas que él reproduzca.

Niñas frente a niños
Aunque los niños agresivos obtienen más atención, las niñas también pelean. Incluso, la agresión puede ser más verbal en esta etapa. También puede ser una agresión física, aunque menos obvia que los puñetazos y las patadas de los niños. Al igual que los niños, las niñas agresivas deben aprender a socializar mejor y a resolver problemas.

¿Podría ser depresión? 
Por último, recuerda que la agresión es, en ocasiones, un indicio de depresión en los niños pequeños. Si tu hijo se muestra agresivo atípicamente y no responde a tus esfuerzos por lograr un cambio, habla con tu médico sobre lo que sucede. Cuanto antes actúes, más fácil será tanto para ti como para tu hijo.

Como todos los nuevos padres ya saben, poner al bebé en la cama y conseguir que tenga una buena noche de sueño, puede ser todo un desafío. Desarrollar buenos hábitos a la hora de dormir es clave, especialmente alrededor de los cuatro meses. Aquí es donde él necesita que le des una estructura y coherencia a los patrones de sueño.

Rutina para dormir

Tu bebé se acostumbrará a dormir donde quiera que lo acuestes. Si se duerme en tus brazos o en la cama, entonces allí es donde espera dormir toda la noche, cada noche. Así que si quieres que duerma en su propia cama, acuéstalo allí mientras está somnoliento, pero aún despierto.

Despeja el área

El área de dormir de tu bebé debe estar libre de:

  • Almohadas
  • Frazadas
  • Protectores para cuna
  • Animales de peluche y juguetes
  • Colchones que dejen demasiado espacio con el marco de la cama
  • Humo

Desarrolla una rutina

Tu bebé atravesará un ciclo de sueño poco profundo cada dos o tres horas mientras es pequeño pero para este momento debería aprender cómo dormirse y llegar a un sueño profundo por sí solo.

Tu rutina de la hora de dormir puede incluir:

  • un baño
  • estar en brazos en una silla especial
  • una canción o un arrullo*
  • leerle un cuento
  • acurrucarse con una manta especial

Una vez que tu bebé descubra su propia forma de retomar el sueño durante la noche, ambos dormirán mucho mejor. Así que, aunque pueda resultar difícil, prueba con esperar un poco antes de levantarte a ver qué le sucede a tu bebé ante el primer lloriqueo. Los estudios* muestran que casi todos los bebés se despiertan al menos una vez por noche. A las 3 semanas de nacidos, el 90% de los bebés se despierta y avisa a sus padres mediante el llanto. Pero ya a los tres meses de edad, solo el 50% avisa que despertaron, mientras que el otro 50% de los bebés suelen tranquilizarse por sí mismos y se vuelven a dormir. Los expertos del sueño coinciden en que los padres pueden ayudar al bebé a auto-tranquilizarse. Así que dale tiempo para que se vuelva a dormir solo si se trata de un lloriqueo suave, pero por supuesto que si no se tranquiliza, entonces debes ayudar a calmarlo.  Te tomará un par de noches, pero rápidamente dominará esta práctica.

Cuanto antes puedas comenzar a entrenar a tu bebé con un buen ritual para la hora de dormir, más pronto tu bebé sabrá qué esperar.

Acerca de los arrullos

¿Sabías que los arrullos de todo el mundo comparten características musicales similares, aunque las letras, el idioma y las melodías sean distintas? Para mantener a tu bebé en calma antes de la hora de dormir, arrullalo.

La mayoría de los pequeños de 2 años son muy selectivos con la comida, hasta el punto que muchos padres se preguntan cómo están tan saludables. Probablemente, tu hijo esté muy seguro de qué quiere y cuándo lo quiere. Por ejemplo:

  • Tal vez desee la comida organizada de determinada manera en el plato.
  • Quizá “devore” ciertos alimentos con placer durante un tiempo y luego los rechace.

No te preocupes si tu hijo solamente come cereales durante un tiempo, es un patrón normal y pasará. Evita los problemas y prepara tres comidas y tres meriendas todos los días a la misma hora, aproximadamente. Y deja que coma lo que quiera.

El baño puede ser una experiencia divertida para crear vínculos con tu bebé. A la mayoría de los bebés les encanta la hora del baño, y si bien puede tomarte unos cuantos baños dominar esta práctica, serás una profesional en poco tiempo.

Consejos para mamá
Prueba los baños de esponja hasta que se desprenda el muñón umbilical de tu recién nacido. Esto ayudará a mantenerlo seco y lo ayudará a cicatrizar.
Una vez que el área umbilical está curada, puedes probar colocar a tu bebé directamente en el agua; esto te puede resultar más fácil en una bañera para bebés, en el lavabo o en un recipiente de plástico recubierto con una toalla limpia.
Usa agua tibia. Puedes controlar la temperatura con tu codo antes de mojar a tu bebé, en caso de que esté muy caliente.
Asegúrate de que las esponjas de baño, el jabón y las toallas estén a tu alcance, ya que tendrás que sostener al bebé en todo momento.
Luego del baño, secalo con cuidado, y asegúrate de secar con suavidad los pliegues de la piel.
Cuando tu bebé esté limpio y seco, colócale un pañal nuevo, levantalo para abrazarlo y siente ese maravilloso olor a bebé recién bañado; es lo mejor.

Pocos logros de los bebes son más emocionantes que las primeras palabras. Es posible que tu bebe balbucee su primer “papá” o “mamá” entre los 6 y 8 meses de edad. Es posible que haya agregado unas cuantas palabras más a la lista cerca de su primer cumpleaños. Estos consejos ayudarán a hablar a tu bebe.

Dialoga. Simplemente, al hablarle a tu bebe le enseñas nuevas palabras y fomentas las primeras palabras. Narra constantemente las tareas diarias, o cuando te encuentras en un entorno nuevo para que conozca palabras nuevas.

Respóndele. Ten en cuenta los intereses de tu niño y permite que él sea tu guía cuando se trate de decidir sobre qué hablar. Por ejemplo, si tu hijo está mirando un perro y balbucea, haz que sea ese el tema de conversación y repite la palabra “perro” a la vez que lo señalas.

Concéntrate en las rutinas diarias y en la repetición. Las actividades diarias, tales como la hora de ir a bañarse, la hora de la comida y la hora de cambiarse son oportunidades ideales para tener conversaciones con tu bebe todos los días. Durante estas ocasiones, comenzará a escoger palabras claves y frases y las asociará con la actividad.

Modela el habla para tu bebé. Para ayudar a que tu bebé desarrolle sus habilidades lingüísticas, habla lentamente, con secuencias cortas y espera a que intente hacerlo por sí mismo y lo repita cuando esté listo. Ayúdalo a reconocer objetos y palabras durante el día.

Recuerda que algunos niños comienzan a hablar pronto, y otros se toman su tiempo para murmurar las primeras palabras. ¡Tu bebe estará hablando con sus palabras antes de que lo sepas!

¿Qué son las náuseas matutinas?

Las náuseas, a veces acompañadas por vómitos, son un síntoma común de la primera etapa del embarazo. Entre 50 y 70 por ciento de las mujeres embarazadas experimenta las náuseas matutinas durante el primer trimestre. La náusea es normal y generalmente es un indicio de que el embarazo es saludable.

Se las llama “náuseas matutinas” porque suele ser el momento del día en que son más fuertes. Sin embargo, puedes sentirte con náuseas y vomitar en cualquier momento del día cuando estás embarazada.

¿Qué provoca las náuseas cuando estás embarazada?

Se cree que los síntomas son provocados por la hormona del embarazo hCG, que la produce la placenta en desarrollo y ayuda a mantener el embarazo. Pero puede haber otros factores, como un nivel bajo de glucosa en sangre, un aumento del ácido estomacal, estrés y cansancio, que también pueden contribuir.

Estrategias para prevenir las náuseas

  • Ten galletas simples, galletas de arroz e incluso algo de chocolate junto a tu cama para consumir en el momento en que te despiertas, así sube el azúcar en sangre antes de que te levantes.
  • En lugar de consumir solo tres comidas importantes en el día, haz cinco o seis comidas más pequeñas para evitar tener el estómago vacío y mantener tu azúcar en sangre estable.
  • Incluye cantidades suficientes de proteínas en tu dieta (carnes, pescado, huevos, queso) e hidratos de carbono complejos (frutas, verduras, granos) para cumplir con los requisitos de tu bebé en desarrollo.
  • Algunos expertos en nutrición recomiendan una ingesta de 50 a 100 miligramos de un suplemento de vitamina B6 para evitar las náuseas. Además, toma tu vitamina prenatal común.
  • No consumas alimentos picantes o grasosos, evita acalorarte o transpirar en exceso, y descansa lo suficiente.

Sobrellevar las náuseas matutinas

Cuando sientas náuseas, intenta realizar lo siguiente:

  • Intenta relajarte. Respira lentamente (inhala el aire por nariz y exhala por la boca) o intenta recrear imágenes, centrándote en algo placentero.
  • Evita la vista, el olor y el sabor de alimentos u otras sustancias (como el humo del tabaco) que puedan provocarte náuseas.
  • Trata de sorber o morder cubos de hielo, o un limón recién cortado.
  • Si lavarte los dientes te provoca arcadas, prueba con un enjuague bucal. Úsalo con frecuencia para mantener tu boca fresca.
  • Prueba tomar un vaso de leche o dos tabletas de calcio para neutralizar el ácido en tu estómago.
  • También puedes consumir jengibre, un remedio natural para las náuseas. Puedes rallarlo y servirlo con las verduras u otros alimentos.
  • Puedes tomar té de manzanilla o de jengibre.
  • Mantén el consumo de líquidos apropiado, incluso si no sientes deseos de consumir alimentos sólidos. No mezcles alimentos y líquidos en las comidas, para ayudarte a disminuir las náuseas.

Si los síntomas de náuseas y vómitos son persistentes (tienen lugar más de una vez o dos veces), y te impiden comer o beber, o persisten después del primer trimestre, coméntaselo a tu médico.

¿Cuánto duran las náuseas matutinas?

La buena noticia es que en la mayoría de las mujeres, las náuseas matutinas finalizan en el cuarto mes de embarazo, cuando los niveles de hormonas comienzan a bajar.

Repítete que las náuseas son normales y pasarán pronto, y piensa en el lado positivo del embarazo, en la felicidad de este bebe por venir.

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