Comprar lo que necesitas para tu bebé puede ser abrumador y confuso. ¿Qué cosas son realmente necesarias? ¿Qué cosas puedes dejar fuera de la lista? Aquí hay cinco artículos absolutamente necesarios para todas las mamás primerizas.

  1. Portabebés. Un portabebés de buena calidad es ideal para mantener tus manos libres al trabajar o moverte por la casa y cualquier lado. También es acogedor y relajante para tu bebé estar cerca de tu cuerpo.
  2. Libros para bebés. Leerle cuentos es una hermosa manera de crear lazos con tu bebé, y además estimula su capacidad auditiva y alimenta su vocabulario.
  3. Cambiador o mudador portátil. Cualquier área de tu casa u otro lugar puede transformarse en un lugar para cambiar pañales si tienes una cambiador o mudador portátil, pañales y toallitas húmedas. Límpiala con frecuencia, especialmente si se mancha durante un cambio de pañal.
  4. Bolso cambiador. Elige un bolso espacioso que se pueda colgar del cochecito y ofrezca fácil acceso a los compartimentos. Consejo: Lo arrastrarás de aquí para allá durante una buena cantidad de tiempo, así que busca algo versátil y cómodo.
  5. Mantitas para ponerte al hombro cuando cargas al bebé. Protegerán tu atuendo cuando lo alimentes. También resultan útiles para limpiar desastres o limpiar a tu bebé si lo requiere.

No querer compartir es un comportamiento común en los niños de tres años. No necesariamente indica que es egoísta o insensible, sencillamente, su pensamiento aún no es lo suficientemente sofisticado para que pueda ponerse en el lugar de otro niño que desea jugar con los juguetes que son de él.

Aquí hay algunas sugerencias para que las cosas sean más fáciles:

1.    Ser un buen ejemplo . Intenta asegurarte de darle un buen ejemplo con tu comportamiento. Permite que tu hijo te vea compartir con tu cónyuge, otros niños y demás personas. Y asegúrate de mencionarle a tu hijo estas situaciones en las que compartes, para que sepa lo que ocurre.

2.    Elogia su buen comportamiento. Presta atención a las ocasiones en que tu bebé comparte algo con otras personas, sean otros niños, adultos o contigo. Felicita a tu hijo cuando comparte. De esta forma, hay más posibilidades de que comparta nuevamente en el futuro.

3.    Proporciona muchas citas de juego . Las citas de juego ofrecen oportunidades excelentes para que los niños practiquen sus habilidades sociales en entornos supervisados por sus padres, que incluso pueden guiarlos levemente si es necesario.

4.    Algo para todos . La mayoría de los problemas con compartir tienen lugar cuando dos niños desean usar el mismo juguete al mismo tiempo. Entonces, una manera fácil de evitar los conflictos es permitir que cada niño juegue con un juguete idéntico (“Mira, aquí tienes cinco bloques para jugar, y a Miguel le daremos también cinco bloques”).

5.    Practicar turnarse . Los niños menores a tres o cuatro años, suelen pasar gran parte de su tiempo de juegos en el “juego en paralelo” (juegan en forma separada en lugar de hacerlo juntos, pero están físicamente cerca). Sin embargo, esto significa que si intentas solucionar un conflicto por un juguete sugiriendo que dos niños de dos años lo compartan, bueno, probablemente no logres nada. Mejor será que se turnen el juguete. Al prinicpio tú puedes ayudarlos a llevar el tiempo de cada turno.

6.    Estar preparados . Algunos juguetes son sencillamente demasiado especiales para compartir, porque son nuevos o porque tu hijo los ama demasiado. Es por eso que poco antes de que realices una cita de juegos en tu hogar, debes tomarte un momento para hablar con tu hijo. Pídele que piense si hay juguetes que no quiere compartir con sus amigos. Si es así, guarda esos juguetes en algún lugar seguro hasta que finalice la cita de juegos.

7.    Ser realistas . Establece metas para tu hijo, pero asegúrate de tener expectativas realistas. Con algo de paciencia, apoyo oportuno y mucho amor, no pasará mucho tiempo antes de que tu hijo genere una base de habilidades que usará durante toda su vida.

La introducción de alimentos sólidos a su dieta, aprender a quedarse dormido solito, la aparición de los primeros dientes… ¡Un trimestre lleno de cambios!

El periodo de los 6 a los 9 meses del bebe es uno de los más importantes para su desarrollo, ya que está lleno de cambios para el pequeño. Será cuando sus primeros dientes aparezcan, comience a cambiar su alimentación incorporando nuevos alimentos a su dieta, comenzará a prestar más atención a todo lo que le rodea y por tanto distraerse más y es hora de establecer hábitos de sueño saludables para que también aprenda a descansar.

Sus primeros dientes

Normalmente la salida de dientes varía en función del bebe. Pueden comenzar a salir entre los 4 y lo 7 meses, aunque también puede darse casos de dentición tardía (la precoz se considera a los 3 meses) en los que no aparezcan hasta pasado el año. Esto siempre depende de cada niño y sobre todo, de su alimentación. En primer lugar suelen salir los dientes de delante de la mandíbula inferior, después los dos de la parte superior, los de los lados y por último los de detrás.

Durante esta época debemos ser muy pacientes con ellos. El dolor que supone la salida de los primeros dientes de leche es muy molesto y es el momento de introducir los mordedores para aliviarles. Los alimentos fríos también pueden ayudarle a mejorar: como las papillas de frutas o yogures. Notarás que babean más, encías inflamadas, su carácter puede ser más irritable que de costumbre… Aunque muchas mamás asocian una posible relación entre la dentición y la subida de fiebre o diarreas, la verdad es que los expertos aseguran que pueden tratarse de simples coincidencias. En todo caso, si ves a tu niño más incómodo de lo normal, que comienza a comer peor, dormir mal… te recomendamos que visites a su pediatra para que lo valore.

El paso a la alimentación sólida

Otro de los grandes cambios para los bebes durante este trimestre es el paso de la leche materna a la alimentación sólida. Es el momento de ir introduciendo las papillas de frutas (plátano, melocotón, pera o manzana), verduritas (judías verdes, calabaza, calabacín y zanahorias) en caldos o cocidas sin sal, las carnes blancas… Con los caldos vegetales estaremos dando muy pocas calorías al pequeño y en cambio, le aportaremos una gran cantidad de sales minerales, vitaminas y fibra. Concretamente las zanahorias y las patatas son dos de las primeras piezas con las que podremos ir probando su aceptación ya que son no alergizantes.

También podrán comenzar a probar sabores un poco más fuertes como son el de la carne de pollo o la ternera. Pero al principio deberemos introducirla de forma homogénea en su comida, es decir, lo mejor es triturarla y añadirla a su puré. A partir del sexto mes podemos enriquecer el puré con algunos cereales que aumentarán el aporte energético.

Sin embargo, con la leche debes de seguir teniendo mucho cuidado, ya que debe ser bien materna, o bien especial para bebés (leche de formula), ya que la normal tiene proteínas que ellos todavía no pueden digerir. Las papillas de cereales se convierten en imprescindibles de los 6 a los 8 meses, junto con su leche habitual. Y a partir de los 8 meses ya puedes darle pasta cocida, pan, yema de huevo duro, queso suave pasteurizado, yogur y legumbres de piel fina como las lentejas o las alubias (pasadas por el pasa purés asegurándonos que no queda ninguna piel).

Es el momento para que el pequeño comience a experimentar con sus propias manos y es probable que comience a coger la comida y llevársela él solito a la boca. Para ir enseñando también buenos hábitos alimenticios es fundamental que él tenga sus propios cubiertos y plato (los hay de materiales seguros) para que empiece a ser más independiente a la hora de comer. Por supuesto, ¡sin dejar de vigilarle ni un minuto! En este sentido, el método Baby Led Weaning puede ser de lo más efectivo a la hora de fomentar a independencia del peque durante las comidas.

Importante: al introducir un alimento nuevo en su dieta debes esperar hasta 3 días para darle otro nuevo. Todos lo que vayas introduciendo tiene que ser de poquito en poquito; una cucharadita para su primera toma de contacto con un alimento es suficiente.

El desarrollo del bebé

Verás que tu bebe está mucho más despierto. Comienza a dar palmas, a mirar y darse cuenta de todo lo que pasa a su alrededor, ya es capaz de coger objetos. Ya puedes alimentarle con cuchara, algo que también te servirá como un juego que divertirá al niño. Descubrirá también que puede producir sonidos, bien haciendo palmas o bien chocando objetos… Deberás jugar con él y ayudarle para que también vaya cogiendo confianza en sí mismo y desarrollando su coordinación. Le encantará que le cantes, le leas algún libro o juegues con música.

Como crear hábitos de sueño saludables

Es muy importante que el bebe descanse ya que esto es crucial para su buen desarrollo, tanto psíquico como físico. Podrá dormir hasta unas 15 horas durante el día y por la noche sus sueños serán más duraderos que antes. A partir de los 6 meses tu hijo será consciente de su rutina para dormir. Un baño, un masajito relajante, un cuento… cualquier cosa que hagas será importante porque él la identificará como una actividad a realizar antes de ir a dormir.

Asimismo, es hora de fijar unos horarios y cumplirlos día tras día, de esta forma tu bebé irá acostumbrando su sueño a una misma hora que será la que finalmente su cuerpecito detecte como momento para ir a dormir.

También es hora de que tu bebe vaya dependiendo menos de ti a la hora de quedarse dormido. Debes asegurarte de que se queda dormido él solito y si llora por la noche, no vayas inmediatamente a atenderle. Espera durante unos minutos para ver si realmente le pasa algo con lo que se pueda sentir incómodo.

Tu bebé tiene 5 meses y comienzas a respirar un poco porque, generalmente, ya duerme las noches del tirón y por el día puede permanecer despierto durante dos horas seguidas.

A los cinco meses tu bebé pesa alrededor de 6,5 kg y mide unos 67 cm. En este momento puede que aparezca su primer diente, ya que en la mayoría de bebes la dentadura empieza a crecer entre los 4 y 7 meses. Es posible que ya pueda estar sentado por sí solo y no para de gorjear o balbucear, en señal de que su capacidad de habla está en constante progresión. Esto también ocurre con la memoria, algo que le permite conocer poco a poco la sucesión de elementos y anticipar lo que va a llegar. De este modo se forma una rutina que le proporciona seguridad. A continuación te contamos todo lo que necesitas saber sobre su cuidado en esta etapa de su vida.

La alimentación

Tanto la Organización Mundial de la Salud como la Asociación Española de Pediatría recomiendan la lactancia materna exclusiva hasta los seis meses, así que en este momento ese tipo de alimentación sería la ideal. No obstante, dar pecho o no es una decisión totalmente personal y, en ocasiones, la madre no produce la leche suficiente o la lactancia es dolorosa. Por eso, también se puede optar la alimentación exclusiva del bebé a través de leche formulada. A no ser que su pediatra indique lo contrario, la dieta del bebe solo incluirá leche hasta los seis meses, momento en el cual se empezará a introducir otros alimentos.

El sueño

Normalmente duerme por las noches. Si no es el caso, ya sea por encontrarse con ansiedad o angustiado o porque no sepa dormirse solo en mitad de la noche, valora la posibilidad de consultarlo con el pediatra. En la mayoría de los casos son motivos psicológicos: es posible, por ejemplo, que acudas cada vez que llora, contribuyendo así a despertarlo, mientras que es capaz de volverse a dormir solo entre dos ciclos de sueño.

El despertar de los sentidos

Al bebe le gusta gatear por el suelo. Comienza a tender la mano hacia los objetos que desea coger. Una vez que los tiene, los mueve en todos los sentidos, lo que le sirve para aprender que un objeto permanece invariable, presentándose bajo múltiples apariencias.

Para contribuir a que diversifique sus percepciones puedes hacer que toque objetos que le produzcan sensaciones variadas. Por ejemplo, ponle la mano encima de un cristal diciendo “frío”, o sobre un radiador. Algunos libros sobre la estimulación invitan a esto. También puedes hacerle escuchar los sonidos que corresponden a los objetos de la casa, haciendo tintinear las llaves, por ejemplo.

El cuarto mes de tu bebé supone una importante etapa en su desarrollo. ¿Quieres conocer cómo evoluciona el peque en este periodo?

Durante estas semanas habrás notado ciertos cambios en tu bebé. No nos referimos a los evidentes, pues el peque cambia cada día, sino a su movilidad y pequeños logros cotidianos. A los cuatro meses, tu bebé pesará aproximadamente unos 6,5 kg de media y medirá unos 65 cm. Ya logra mantenerse con un ligero apoyo y puede levantar la cabeza y las piernas cuando está tumbado boca arriba. Boca abajo, mantiene las piernas tensas.
Intenta coger los objetos que se le enseñan y se divierte con su sonajero, balbucea con el sonido de tu voz y se ríe a carcajadas. Si lo llamas, probablemente veas cómo gira la cabeza

Las vacunas del cuarto mes del bebé

En el cuarto mes se pone la tercera inyección de la vacuna contra la Haemophilus influenzae, junto con una vacuna contra la difteria, el tétanos, la poliomielitis y la tos ferina, eventualmente la hepatitis B. La Haemophilus es la responsable de meningitis purulentas, artritis, neumopatías y otras infecciones difíciles de curar con antibióticos. También hay que ponerle la tercera inyección de la vacuna contra la tos ferina y el neumococo.

La alimentación del bebé

Lo ideal sería que el bebé continuase con la lactancia materna. Puedes hacerla exclusiva hasta los seis meses, aunque al finalizar el cuarto mes puedes comenzar a diversificar un poco su alimentación. Progresivamente, ve introduciendo sólo un elemento nuevo y en pequeña cantidad. Puedes empezar con frutas o cereales, por ejemplo.

Aún es pronto para pasar a la alimentación complementaria, pero puedes ir introduciéndole en ella.

El sueño del bebé de cuatro meses

A los cuatro meses, tu bebé ya no necesita comer a media noche, pero puede que esté acostumbrado a despertarse. La lactancia puede calmarle, pero si no se despierta por ninguna necesidad física, probablemente es que esté algo inquieto. Conviene tranquilizarle, pero sin alterarle. No juegues con él ni le animes, más bien susúrrale en voz baja, cántale, mécelo unos minutos entre tus brazos… En resumen: trata de crear un ambiente relajado.

Tu bebé ya tiene tres meses, cada vez está más despierto, le gusta escucharte y observarte. Empieza a diferenciar mejor cuándo debe dormir y comer. La somnolencia casi permanente del principio da paso a periodos de sueño y a periodos en los que se encuentra muy despierto, sobre todo a última hora del día. Aquí tienes todo lo que debes saber sobre la evolución de tu pequeño durante su tercer mes de vida.

Tu bebé durante el tercer mes

Tu bebé ya mide unos 70 centímetros y pesa aproximadamente 5,8 kg si es chico y 5,5 kg si es chica. Intenta coger objetos con las manos y empieza a patalear constantemente, sobre todo cuando te ve. Cada vez imita más y ya comienza a tener sus primeros ataques de risa. Su perímetro craneal crece alrededor de 1,5 cm. No le saldrán los dientes hasta el sexto mes pero el proceso de activación de la saliva suele empezar por estas fechas.

Posibles problemas de salud

Uno de los problemas de salud más frecuentes son las apariciones de alergias o eccemas en la piel. Los eccemas, una enfermedad inflamatoria de la piel (incluso puede surgir la aparición de dermatitis) que a menudo se localiza en las articulaciones y puede estar asociado a picores a partir de los tres meses. El tratamiento suele ser la aplicación de una pomada a base de corticoides recetada por el médico durante 4-8 días cuando tenga un brote agudo. Además, el bebe recibirá diferentes vacunas obligatorias contra la difteria, el tétanos, la poliomielitis, hepatitis B, ferina y meningitis.

El despertar del bebé

El bebe empieza a tener un espacio visual de tres dimensiones e intenta agarrar objetos teniendo en cuenta su tamaño real y la distancia a la que se encuentra. Ahora distingue con nitidez todas las partes de un objeto, así como la rugosidad de la superficie. Con tres meses y medio, su agudeza visual es óptima y le permite ver objetos situados a 5 cm de sus ojos. También desarrolla su capacidad de sujetar las cosas con las manos. Es el momento de hacerle mil juegos cuando esté despierto para que el niño pueda trabajar su capacidad de imitación.

La alimentación

La lactancia materna se suele desarrollar con normalidad con 5-6 tomas durante el día y un paro nocturno de 6-8 horas. Las tomas duran entre 20 minutos y una hora, según el bebé, aunque siempre debes seguir las recomendaciones de tu pediatra ya que cada niño puede tener una situación especial y específica. Si el bebé toma biberón realizará unas 5 tomas de 150g. La preparación y el tipo de leche no varían pero también notarás que el bebe tendrá cada vez más apetito pero no debes preocuparte si este rechaza la toma y no coge peso.

La separación madre-hijo

Este periodo suele coincidir con el final de la baja por maternidad. Sea cual sea la manera elegida para cuidar al bebe (guardería, niñera…), la separación será menos dura si se realiza de manera progresiva y si la madre no se culpabiliza de abandonar a su bebé, ya que se trata de un sentimiento de estrés que le puede transmitir al pequeño. Además, es muy importante que te tomes tu tiempo para dedicárselo a tu pareja, tarea que no siempre es fácil durante los primeros meses en los que se convirtieron en padres. No olvides que una pareja contenta tiene mucho más que ofrecerle al niño para que éste sea feliz.

Se trata de una época en la que comienza a haber una mayor interacción con los papás. Verás cómo el pequeño está mucho más espabilado, comienza a seguir objetos con la mirada e incluso te dedica alguna sonrisita.

Durante esta época el bebé comienza a escuchar algún que otro ruido y empieza a emitir sus primeros sonidos. Notarás que está mucho más despierto y espabilado porque precisamente durante este segundo mes es cuando comienzan a mantener la cabeza erguida por más tiempo y a moverse por sí solos, por ejemplo pueden estar boca arriba y querer girarse hacia un lado. Por este motivo, hay que permanecer más alerta que nunca y no dejarles solos ni la cama de los padres ni en el cambiador porque podrían rodar y caer al suelo.

La evolución que presenta el pequeño durante esta época es bastante notable ya que comienzan a fijar sus ojos en objetos a seguirlos con la mirada, a sonreir y emitir soniditos. Incluso, podrás ver sus primeras sonrisas y cómo te responde a las tuyas, así como cuando le hables. Se irá sintiendo cada vez más estimulado.

Asimismo, es el momento de comenzar a sostener objetos ligeros con las manos y uno de los datos más curiosos es que les encanta la hora del baño. Los bebes con este tiempo también son muy sensibles a las caricias y a los masajes y su alimentación suele rondar de los 700 ml a 800 ml de leche materna al día, que corresponde a 5 o 6 biberones. Notarás cómo el bebé ya tiene experiencia succionando por lo que la toma de cada pecho lo normal es que dure unos 15 minutos.

Calendario de vacunación, ¡siempre al día!

El calendario de vacunas se convertirá en uno de los básicos durante varios meses por lo que tienes que seguirlo con minuciosidad junto a su pediatra, éstas serán, al fin y al cabo, las que marquen sus revisiones médicas (debes tener en cuenta que algunas vacunas son obligatorias y otras recomendadas).

Durante sus primeros días de vida, el bebé recibe la primera dosis de la vacuna de Hepatitis B que consta de una segunda dosis que se administra durante el segundo mes. Asimismo, en la revisión de los dos meses es cuando se les protege también frente a la difteria, el tétanos, la tosferina, el haemophilus influenzae tipo B y la poliomielitis con una vacuna combinada en la que se engloban todas éstas; la vacuna más común es la que se conoce como pentavalente pero durante esta etapa también se les administra la primera dosis de la vacuna frente al meningococo C.

Aunque no están incluidas en el calendario de vacunación oficial actualmente, la Asociación Española de Pediatría recomienda la vacunación frente al neumococo y el rotavirus. Aunque debes de saber que a partir del 2016 todas las Comunidades Autónomas incluirán en su calendario la vacuna frente al neumococo(actualmente solo la contemplan algunas comunidades).

Por otro lado, la primera dosis de la vacuna frente al rotavirus, el principal responsable de la mayoría de las diarreas y gastroenteritis de los niños menores de 2 años, se aplica entre las semanas 6 y 12, y es una de las más fáciles de administrar ya que se realiza por vía oral.

Pequeñas preocupaciones: no te dejes vencer por el miedo

Como te adelantábamos, probablemente tu bebé tendrá cólicos del lactante. Son dolorosos, pero es algo muy normal que les ocurre a la gran mayoría de los bebés. Gritará, llorará, pateleará… pero no puedes hacer más que mantener la calma y armarte de paciencia. Estos cólicos duran poco y se recomienda que le reconfortes con caricias y suaves masajes. Es un problema que normalmente, suele desaparecer a finales del tercer mes.

Para evitar que la colita se irrite los expertos recomiendan cambiarle a menudo el pañal y limpiarle con toallitas ultrasuaves, también existen cremas especializadas que le ayudarán a mantener su piel en buen estado. Es muy común que puedan aparecer eccemas que a menudo suelen estar localizados en las mejillas, las manos, los tobillos, las muñecas y los codos, para tratar estos casos existen cremas específicas que ayudan a calmar y eliminar la sensación de picor.

En cuanto a los llantos, muchas veces no encontrarás una razón aparente y notarás que al final del día los lloros son bastante frecuentes pero al mismo tiempo se sirven como una vía de escape para el bebé y ayudarán al pequeño a aliviarse de las presiones del día. No olvides que el llanto es su único medio de comunicación.

El insomnio del bebé

Tu bebé da un gran paso que concierne a su desarrollo cognoscitivo y su raciocinio, y permanece atenta porque verás cómo sus períodos de insomnio serán cada vez más largos. El bebé durante este mes es muy receptivo y aunque todavía sólo emita pequeños gritos podemos decir que ya está aprendiendo a hablar. Es por eso que los juegos de lenguaje son un medio excelente para contribuir a su despertar y crear lazos afectivos.

Se suele decir que el primer mes del bebé es el más duro para las madres, por eso hoy queremos contarte todo lo que hay que saber para que lo superes con éxito.

Una vez que salimos del hospital y llegamos a casa comienza la aventura de ser madre. El primer mes del bebé es uno de los más importantes y difíciles para las madres: le irás conociendo poco a poco y aprenderás a adaptarte a sus necesidades: sueño, alimentación, aseo… Es increíble lo rápido que crecen durante los primeros treinta días, en los cuales experimentan cambios físicos y sensoriales muy importantes. Te explicamos cuál es su progreso y qué factores deberás tener en cuenta durante este periodo.

Cambios físicos

A finales del primer mes de vida, los bebés suelen aumentar un kilo de peso y crecer unos cuatro centímetros de altura. Es un pequeño cambio pero muy significativo. Notarás también cómo sus rasgos faciales van tomando una forma más definida cada día: su cabeza aumentará unos dos centímetros, irá perdiendo progresivamente el tono rosado inicial de su piel y sus articulaciones dejarán de ser tan rígidas ya que comenzará a adquirir movilidad. Durante estos días también empieza a desarrollarse sensorialmente: reacciona al ruido y va ganando visibilidad.

Alimentación: ¿leche materna o de fórmula?

Lo ideal es que el bebé se alimente exclusivamente de leche materna durante los seis primeros meses de vida tal y como recomienda la OMS. Esta alimentación tiene múltiples beneficios y es la más indicada para favorecer su desarrollo y protegerle de infecciones. Pero si no quieres o no puedes darle el pecho, no te preocupes, la leche de formula es una alternativa igualmente saludable para alimentar a tu bebé. Lo importante es que las tomas sean a demanda: siempre que lo pida y sin importar el momento del día.

La higiene

En los primeros días debemos prestar especial atención al cordón umbilical, que no terminará de caerse hasta que no pasen unas dos semanas. Mientras tanto es importante mantener esa parte de su cuerpo limpia y seca para lograr una correcta cicatrización. Lo mejor es lavarlo con agua y jabón y protegerlo después con una gasa para evitar que el pañal ensucie esa zona. A la hora de bañarlo no es recomendable hacerlo por inmersión hasta que no se haya caído el cordón. Lo ideal es llenar la bañera con unos dos o tres centímetros de agua e ir frotando suavemente con una esponja, prestando siempre atención a la temperatura del agua, la cual se debe probar en la parte interior de la muñeca. Una vez que el cordón umbilical se haya caído por completo y su ombligo esté cicatrizado, podemos sumergir al bebé sosteniendo siempre su cabeza con cuidado.

El sueño, indispensable para su crecimiento

Un recién nacido duerme unas diecinueve horas diarias durante las primeras semanas. La hormona del crecimiento actúa durante las horas de sueño, por eso es imprescindible que el bebé tenga un buen descanso para favorecer su desarrollo corporal. Hay que intentar que el bebé duerma siempre boca arriba ya que así se reduce el riesgo de muerte súbita, según la Asociación Española de Pediatría. En cuanto al chupete, la OMS no recomienda ofrecérselo durante las primeras semanas puesto que si la lactancia se produce de manera correcta, su necesidad de succión queda saciada. Cuando el bebé llore hay que calmarlo y acunarlo en nuestros brazos, pero siempre hay que procurar que no se duerma en ellos, sino que lo haga en su cuna para que no adquiera malos hábitos.

Visitas al médico

Una vez que recibe el alta del hospital, hay que acudir a revisión médica pasados siete días para que el pediatra y la enfermera comprueben que todo va bien. La siguiente revisión se produce al cumplir el mes de vida, aunque ésta solo se realiza por la enfermera. A los dos meses debemos ir al Centro de Salud para que el bebé reciba la segunda dosis de la vacuna de la Hepatitis B, pues la primera se la ponen recién nacido, antes de abandonar el hospital por primera vez.

Lo importante es poder disfrutar todo lo posible de la alegría que supone ser mamá y no agobiarse: recuerda que nadie nos enseña a ser madres, se trata simplemente de un camino de aprendizaje en el que el instinto tiene mucho que ver, ¡así que confía en él!

Organizar un baby shower  no tiene que ser difícil, además si los juegos son lo tuyo, estos juegos para baby shower serán un éxito seguro.

1. ¡Porque yo lo ordeno!

Pídeles a los invitados que escriban una frase típica de padres o un consejo que asocien con su mamá o papá. Debe ser corto. A continuación, coloque todas las frases de padres en un tazón, mezcle y pídale a cada uno que saque uno (asegurándose de que no saquen el suyo). Luego, diviértanse adivinando quién escribió cada frase, y si él o ella se lo diría a su propio/a hijo/a.

2. No dejes caer al bebé (huevo)

Pídeles a los invitados del Baby Shower que decoren un huevo para que se parezca a un bebé, con un pincel o marcadores de colores. Luego, organiza una carrera en la que cada invitado lleva su bebé huevo en una cuchara. Se debe sostener la cuchara por el extremo con una mano o entre los dientes y la carrera puede ser la normal desde un punto hasta otro o de relevos. Este juego es ideal para los Baby Shower al aire libre, de todos modos se puede hacer dentro de la casa si usted dispone de una cocina grande u otro espacio cubierto sean tolerados los derrames.

 

Es posible que la negatividad de tu niño (que dice “no” todo el tiempo, huye, tira las cosas) haya aumentado últimamente. Está probando activamente sus límites, y usa su movilidad recién encontrada y su habilidad para controlar su entorno.

Establecer límites

Es tu trabajo crear y reforzar esos límites. La negatividad de tu niño afectará la alimentación, el sueño, el juego; básicamente, cada área de interacción significativa entre ustedes dos.

Espera berrinches

Son habituales en niños, junto con otro tipo de conductas abiertamente negativas y provocativas. Recuerda que todo esto es una parte normal de su creciente independencia, ¡no un complot para volverte loca!

Pregunta: ¿Puedo hacer algo para calmar la comezón de los senos, especialmente de los pezones, si estoy embarazada de 30 semanas?

Respuesta: Al igual que muchos de los síntomas molestos del embarazo, es probable que la comezón de senos y pezones sea a causa de las hormonas del embarazo y del estiramiento de la piel a medida que los senos se agrandan. Muchas mujeres también sienten comezón en el abdomen. El estiramiento reseca la piel. Por lo tanto, deberías probar una loción balsámica (que no tenga perfumes que produzcan irritación), pomadas con vitamina E, aceite de coco o un bálsamo que se pueda comprar sin receta, como lanolina purificada. También pueden ser útiles los tratamientos contra la comezón, como la loción de calamina o un baño de Aveeno. Yo no colocaría la loción de calamina directamente sobre los pezones ya que puede provocar resequedad. E intenta no rascarte, ya que eso empeorará la comezón y te dolerán más los pezones. Si deseas amamantar, no debes resecar ni lastimar tus pezones.

Si bien nada puede reemplazar el ojo atento de un padre, estos siete consejos básicos garantizarán que tú y tu hogar están listos para cuando el bebé comience a gatear.

  1. Agáchate hasta el nivel en el que está tu bebé, literalmente. Arrastrarte alrededor de la casa te ayudará a ver exactamente qué objetos están al alcance de tu bebé. Por ejemplo, al arrastrarte por debajo de tu escritorio puedes observar que debajo hay un enchufe que rara vez se utiliza y que debes tapar.
  2. Bloquea las escaleras. Si tienes escaleras en casa, tendrás que colocar puertas de seguridad tanto en la parte superior como en la parte inferior de las escaleras. Si utilizas puertas que se abren a presión, un bebé que pese lo suficiente podría potencialmente desplazarla. Las puertas de seguridad con ajustes a la pared son una opción más segura.
  3. Corta los cables. Asegúrate de que cualquier objeto que tenga un cable esté fuera del alcance del bebé, incluyendo monitores de vigilancia y teléfonos. También es una buena idea invertir en persianas automáticas y decoración de ventanas sin cables.
  4. Asegura los objetos grandes y pesados. Una vez que tu bebé gatea, intentará afirmarse de objetos para ponerse de pie por sí mismo. Asegúrate de que los objetos como televisores y estanterías estén sujetados a la pared o al piso.
  5. Cierra con llave cualquier peligro potencial. El garaje, el sótano, el baño, la cocina, la sala de ejercicios y la oficina en casa son todas las habitaciones cuyo contenido puede suponer un peligro para tu bebé. Cualquier mueble que contenga productos de limpieza, pinturas, herramientas pesadas, pesas, piezas pequeñas o productos químicos de cualquier tipo debe cerrarse con llave y colocarse fuera del alcance.
  6. Todos los bordes y enchufes deben ser a prueba de bebés. Se deben proteger todos los bordes puntiagudos de los muebles, así como todos los enchufes eléctricos con tapas para enchufes.
  7. Enseña a caminar de forma segura. Cuando tu bebé esté listo para comenzar a caminar, practica subir y bajar las escaleras mostrándole que siempre debe sujetarse a la barandilla. Retira cualquier alfombra pequeña que pudiera causar resbalones o caídas.
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