Mientras la mayoría de los niños dice que les gusta la idea de tener una hermana o hermano menor que ellos, muy pocos realmente disfrutan de dejar de ser el centro de la familia y compartir la atención de sus padres con este nuevo extraño.

Hay formas de minimizar el estrés tanto para el niño mayor como para ti, y de convertirlo en una experiencia positiva.

Preparándose para el hermano

Los niños pequeños y los niños de edad preescolar compartirán sus verdaderos sentimientos acerca del futuro bebé más claramente a través de su comportamiento que a través de las palabras. A menudo puedes ayudarlos a expresar esos sentimientos a través del juego en lugar de hablando.

  • Alienta a tu hijo a practicar el cuidado de su juguete favorito como si fuera un bebé, independientemente de si se trata de una muñeca, un animal de peluche, o incluso un camión.
  • Ayúdalo a entender que la hora de amamantar es también un momento de interacción amorosa.
  • Practica colocándole pañales juntos a una muñeca.
  • Averigua si tu hospital local tiene clases especiales para futuros Hermanos Mayores.

Posibles reacciones negativas

  • No te sorprendas o molestes si tu hijo expresa enojo o rechazo hacia el futuro o bebé . (“Si llora, ¡nos tendremos que deshacer de él!”)
  • Tu hijo mayor puede empezar a actuar como un bebé: Puede estar más apegado a ti o dejar de ir al baño transitoriamente. Recuerda que cuando dice o hace estas cosas, realmente está probando si los vas a abandonar o rechazar por el nuevo bebé . Dale muchos abrazos, y dile cuán especial es para ti.
  • Consigue una muñeca especial o un animal de peluche para llevarle a tu hijo mayor a casa con el nuevo bebé . Esto le dará a tu hijo la posibilidad de tener a alguien para alimentar, cambiar los pañales , bañar, mecer, y cantar mientras estés haciendo esas mismas cosas con el nuevo bebé . Utiliza ese nuevo juguete para mostrarle a tu hijo cómo sostener al nuevo bebé de forma segura, con la cabeza apoyada.

¿Con quién estará tu hijo al momento del parto?

Recuerda que el gran temor de los niños pequeños durante el embarazo es que van a ser abandonados y reemplazados.

  • Dile a tu hijo quién quedará con él y quién lo cuidará durante el nacimiento .
  • Háblale de lo que ambos harán juntos cuando tú regreses.

Si quieres que esté presente durante el trabajo de parto y el parto mismo, ten en cuenta que puede ser muy confuso para él. Puede que no tenga la perspectiva para entender lo que está pasando. Además, puede ser un estrés adicional para ti y para tu pareja. Si permites que esté allí, asegúrate de que haya un adulto responsable presente que le pueda dedicar toda su atención a tu hijo, y que pueda ayudarlo a salir de la habitación y hacer otra cosa si se asusta o se siente abrumado.

Relaciones familiares

Los niños tiene todo el derecho de sentir envidia de todos los cuidados que se prodigan al nuevo bebé . Cuando tengas visitas que vienen a ver al recién nacido, sería’una buena idea que le traigan un regalo especial a tu hijo mayor. Esto permite que el niño entienda que no ha sido olvidado.

Ten en cuenta que la mayoría de los niños pequeños se sienten decepcionados al ver que el bebé recién nacido no es tan divertido. Durante meses ellos imaginaron que tendrían un compañero de juegos, y ahora necesitarán cierto tiempo para reorientarse y disminuir sus expectativas.

Es normal que haya rivalidad entre los hermanos. A largo plazo, se puede convertir en una competitividad saludable. Al principio, es probable que tengas que ayudar a tu hijo mayor a expresar sus sentimientos con palabras o a través de dibujos, y hazle saber de manera inequívoca que todavía lo amas y que lo cuidarás.

Permanecer conectados

Lo ideal sería que cada uno de los padres programara al menos una o dos veces durante el día en que pueda pasar tiempo a solas con el hermano mayor. La duración de ese tiempo es menos importante que la posibilidad de darle a tu hijo toda la atención . Esto no solo soluciona sus temores de abandono y reubicación, sino que también le hace más fácil tolerar los momentos del día en los que tienes que concentrarte exclusivamente en el nuevo bebé .

Una familia en crecimiento es una experiencia fantástica, y muy pronto tus hijos estarán jugando y riendo juntos.  Disfruta de estos momentos especiales.

Te contamos cómo influye la televisión en los niños, el tiempo diario para cada edad y otras recomendaciones.

Muchos padres se preguntan cuántas horas de tele son recomendables para su hijo. La televisión (TV) nos proporciona ocio y diversión, nos permite acceder a las noticias, nos brinda información y nos mantiene unidos al mundo real a través de la cultura popular. La televisión o los programas de TV, por sí mismos, no tienen nada malo. Sin embargo, es importante que los padres entiendan el papel que desempeña la tele, la influencia que tiene y el modo en que puede afectar a sus hijos y a su salud. Además, no hay que olvidar que los niños también deben dedicar parte de su tiempo a jugar, leer, pintar y otras actividades que fomenten su creatividad. A continuación encontrarás algunos datos, extraídos de algunos estudios recientes, que te ayudarán a decidir qué es lo mejor para ti y ellos.

Los niños ven de media 5 horas de televisión al día

Un estudio reveló que a los niños se les coloca delante del televisor mientras están realizando otras actividades (con lo que el TV hace de ruido de fondo) durante una media de casi 4 horas al día. Los niños de menor edad (los que tienen entre 8 y 23 meses) pasan incluso más tiempo delante del televisor: una media de 5,5 horas al día. Este tiempo que pasan con la televisión de fondo se ha de añadir a los 80 minutos al día que dedican a ver la televisión como actividad principal. Esto hace un total de más de 5 horas diarias de exposición a los medios televisivos. Los investigadores atribuyeron estas cifras al hecho de que los padres utilizan la TV para descansar y huir de la monotonía que supone pasar a diario muchas horas seguidas con su bebé o su hijo pequeño.

La calidad de los programas de TV que ve un niño tiene una influencia directa sobre su conducta. Un estudio reciente reveló que el desarrollo conductual de los niños de entre 3 y 5 años se ve afectado por el tipo de programas que ven. Se observó que cuando los padres reducen la exposición de su hijo a programas violentos y cargados de agresividad y los sustituyen por programas educativos y que sirvan de modelo o de fuente de inspiración los niños se muestran menos agresivos con los padres y menos difíciles de manejar; por el contrario, son más empáticos, más amables y se preocupan más por los demás. Estos cambios se produjeron incluso aunque se mantuviera constante el número de horas diarias de TV.

El tiempo diario recomendado ante las pantallas según la edad y otras recomendaciones

Según estos estudios recientes, el mensaje con el que hay que quedarse y que le puede ayudar a decidir cuántas horas al día de TV resultan adecuadas para su hijo es el siguiente:

1. Bebés y niños pequeños (0-3 años): la Academia Estadounidense de Pediatría recomienda que los niños de menos de 2 años no pasen tiempo alguno frente a la pantalla (incluidos la TV, el iPad y los teléfonos de pantalla táctil). Los niños de 2 años o menos deben dedicarse a realizar actividades que favorezcan el desarrollo de la psicomotricidad gruesa (gatear, arrastrarse por el suelo, darse la vuelta estando tumbado, andar) y de la psicomotricidad fina (agarrar una cuchara, coger cereales con la mano), así como a implicarse en la comunicación tanto verbal como no verbal. Se puede poner música al niño, por el mero placer de escucharla y también porque alienta el movimiento y la expresión oral.

2. Preescolar: la Academia Estadounidense de Pediatría, recomienda que los niños no pasen más de 2 horas al día frente a una pantalla (sea ésta de TV, de iPad, de un teléfono con pantalla táctil, de un ordenador para jugar a videojuegos, etc.). Durante estas dos horas los niños sacarán provecho de ver programas o de participar en actividades que no sean violentas, que sean educativas y que fomenten comportamientos saludables y positivos, como el compartir y el preocuparse por el prójimo. Aquellos niños que ven programas educativos y carentes de violencia tienen menos problemas de conducta y son más fáciles de criar.

3. Niños en edad escolar y adolescentes: no se recomienda instalar televisores en los dormitorios, puesto que fomentan el que los niños se queden por la noche viendo la TV y se acuesten más tarde. Según la recomendación de la Academia Estadounidense de Pediatría, los niños en edad escolar y los adolescentes deberían dormir un mínimo de 8 horas al día para así maximizar su desarrollo físico, mental y educativo. Se ha demostrado que entre aquellos niños que duermen menos horas de las recomendadas hay una mayor incidencia de sobrepeso y de obesidad. Cuando el televisor está situado en las zonas comunes de la casa, esto les ayuda a los padres a controlar tanto los contenidos de los programas como el número de horas que ven la TV y sirve también para mandar a los niños a la cama a una hora adecuada.

La televisión es una herramienta estupenda y un magnífico recurso para disfrutarla en familia. Sin embargo, como pasa con todo, la moderación es importante. Ayudar a tu hijo a saber cuáles son sus límites y el hacer que dichos límites se cumplan de manera sistemática te puede ayudar a criar a tu hijo con más eficacia y con mejores resultados. Entre los posibles beneficios para tu hijo están una mejor capacidad de aprendizaje, un mejor comportamiento y unos patrones de sueño más uniformes, que le ayudarán a mantener un peso saludable.

Si notas que el área del pañal en tu bebé se ve un poco enrojecida o irritada, hay posibilidades de que pueda ser una dermatitis en la zona del pañal. Pampers está aquí para ayudarte cuando se trata de proteger la piel de tu bebé, al evitar y tratar la irritación en la zona del pañal y ayudarlo a que se cure lo más rápido posible.

¿Qué es la dermatitis en la zona del pañal?

La dermatitis en la zona del pañal es una forma común de inflamación cutánea que puede aparecer como un enrojecimiento o abultamiento alrededor del área del pañal de tu bebé. Conoce más sobre los cuidados que la mamá debe tener con la piel del bebe.

Síntomas de la dermatitis en la zona del pañal

Si el área del pañal de tu bebé se ve irritada y enrojecida, hay posibilidades de que se trate de dermatitis. La piel también puede estar un poco inflamada y tibia al tacto. La dermatitis en la zona del pañal puede ser leve, con algunas manchas rojas que dan comezón en un área pequeña, o grave, con bultos rojos y suaves esparcidos en el vientre y los muslos de tu bebé. Si quieres ver ejemplos de cómo se ve una erupción por el uso del pañal, visita el sitio web de Mayo Clinic.

Si la irritación también presenta bultos rosas rojizos alrededor de un área roja en la zona del pañal o alrededor de la boca de tu bebé, es posible que haya avanzado a un hongo de la dermatitis y debe tratarse con un ungüento antimicótico.

Como tu bebé no puede decirte con palabras qué es exactamente lo que sucede, puede expresar su incomodidad mediante llanto e irritabilidad, especialmente en los momentos de cambiar el pañal, y posiblemente también pierda el apetito.

Tratamiento y remedios para la dermatitis en la zona del pañal

Para tratar la dermatitis en la zona del pañal, es importante cambiar los pañales de tu bebé con frecuencia para reducir la humedad en la piel.  Te damos algunos otros consejos para ayudar a tratar las nalgas de tu bebé:

  • Permite que tu hijo pase un rato del día sin pañal para que la piel se airee.
  • Después de que tu bebé defeque, límpiale las nalgas por completo y sécalo con suaves toques antes de colocarle el pañal.
  • Aplica una capa gruesa de ungüento que contenga óxido de zinc o vaselina o una que te recomiende el médico de tu bebé, para evitar que la orina alcance la piel irritada.
  • Piensa si recientemente has cambiado la dieta del bebé o algo en el entorno de tu pequeño que podría causar un irritación.
  • Llama a tu médico si el sarpullido no desaparece después de unos días, o si aparecen ampollas o bultos con pus.

Cómo prevenir la dermatitis en la zona del pañal

A pesar de que la dermatitis en la zona del pañal es muy frecuente, te damos algunos consejos para que las nalgas de tu bebé estén libres de sarpullido:

  • Asegúrate de cambiar los pañales de tu bebé tan pronto como puedas después de que se mojen o ensucien.
  • Limpia las nalgas de tu bebé por completo después de cada defecación y permite que el área se seque; ten cuidado de no frotar la piel demasiado ni con demasiada fuerza.
  • Cubre las nalgas de tu bebé con una capa de ungüento protector o vaselina.
  • Cuando le coloques un pañal nuevo, ajústalo para le quede cómodo, ni tan ceñido ni tan flojo, para dejar que circule un poco de aire.
  • Considera usar un pañal descartable, tal como Pampers Recién Nacido o Pampers Premium Care  , que tiene una fina capa de loción en la capa superior para ayudar a mantener seca la delicada piel de tu bebé.
  • Si tu hijo está tomando antibióticos o tiene diarrea, vigila atentamente al área del pañal y cámbialo con más frecuencia.

¿Qué otra afección aparte de la dermatitis en la zona del pañal puede causar un sarpullido?

Lo que piensas que es una irritación en la zona del pañal en las nalgas de tu bebé bien puede ser otra enfermedad cutánea infantil leve. Por este motivo, es importante reconocer la diferencia entre la dermatitis en la zona del pañal y otras afecciones comunes, para que puedas tratar cada una con efectividad. Impétigo, dermatitis seborreica y fiebre miliar son las condiciones más comúnmente confundidas con la dermatitis en la zona del pañal.

Impétigo

Una infección cutánea contagiosa producida por bacterias, que aparece en el área del pañal, en el rostro y las manos, con granos y llagas costrosas de color miel que se ampollan y dan picazón. Dado que esta condición es contagiosa, todos los miembros de la familia deben lavarse las manos frecuentemente con jabón antibacterial para evitar que se propague. Si ves este tipo de llaga, llama a tu pediatra; probablemente te recetará una crema antibiótica o un antibiótico oral.

Dermatitis seborreica

Una enfermedad cutánea común que puede afectar a los niños en su primer año de vida. Encontrarás manchas rojizas y ásperas, elevadas, cubiertas con escamas blancas o amarillas sobre la ingle, los genitales y el abdomen bajo de tu bebé; cuando las mismas manchas aparecen en el cuero cabelludo, la condición se conoce como costra láctea. Intenta aplicar un ungüento de cortisona o hidrocortisona de venta libre en las áreas afectadas, y mantén a tu bebé limpio y seco. Si la condición no desaparece pronto, consulta a tu médico, quien puede recetarte una crema de corticoide más fuerte.

Fiebre miliar

El calor y la humedad pueden causar fiebre miliar, que se genera cuando la transpiración se acumula sobre la piel y no puede evaporarse. Esta condición, que es menos común después de los 3 meses, se ve como un brote de acné con bultos rosados pequeños y puede aparecer en los pliegues de la piel en el área del pañal, especialmente cuando el forro de un pañal o la cubierta del pañal toca la piel. La humedad es la principal causa de la fiebre miliar; por eso, asegúrate de que tu hijo no esté abrigado en exceso y de que su piel permanezca seca. Si la fiebre miliar parece grave, es hora de comunicarte con tu médico.

Llevar una alimentación saludable es esencial para la salud, por eso es clave que los niños aprendan a comer correctamente desde el principio. La nutricionista Roser Montané te explica cómo conseguirlo.

Una de las mayores preocupaciones de muchos papás en la actualidad es la alimentación que se da a sus hijos en las escuelas infantiles o colegios. La nutrición se ha convertido en uno de los ejes principales de la educación en este sentido. Algunas escuelas ya lo integran dentro del propio proyecto educativo, ya que es una pata fundamental en el desarrollo y educación de los más pequeños. Cuanto antes comencemos a acostumbrarles a comer de una manera saludable, integrando alimentos de buena calidad y alejados de azúcares y grasas saturadas, antes se acostumbrarán a este tipo de alimentación y rechazarán otro tipo de comida.

Pero en el proceso de acostumbrarles a una dieta sana, siempre aparecen obstáculos y a los padres les surgen diferentes dudas. Roser Montané, nutricionista de las Escuelas Infantiles Nemomarlin, responde a algunas de las más frecuentes.

¿Por qué hay niños que comen más fruta que otros?

Es sabido por un gran número de padres y madres que la primera papilla de frutas suele ser un fracaso. El motivo es sencillo: el bebé está acostumbrado al sabor dulce de la leche y la papilla al llevar cítricos tiene un sabor ácido importante. Los nuevos sabores y especialmente los ácidos deben introducirse con paciencia y aumentando progresivamente las cantidades. Por ello se recomienda que la primera papilla sea casi sin naranja y progresivamente ir aumentando la cantidad de cítrico. En cambio, las papillas con base de manzana, plátano y pera son ideales.

Cuando el bebé crece y empieza a tomar todo tipo de frutas, se debe respetar el gusto del niño. Es decir, pasa un poco como con los adultos, hay niños a los que les gusta más la fruta dulce y otros tienden más a la fruta más ácida. Si respetamos sus gustos, tomarán la fruta con más ganas y conseguiremos que poco a poco y con paciencia tomen un poco de todo.

¿Qué tipo de educación nutricional tenemos que darles?

Debemos educarles dando ejemplo, es decir, si ofrecemos para cenar una papilla de verduras y pescado a nuestros hijos, nosotros no podemos cenar una pizza. La infancia es una etapa muy importante para sentar las bases nutricionales de nuestros hijos, y ellos nos imitaran comiendo lo que nosotros comemos. Una alimentación sana y equilibrada adecuada para la edad de los pequeños de la casa es una garantía de salud para toda la familia. Tenemos a nuestra disposición gran variedad de alimentos disponibles en nuestro entorno que harán aprender diversos sabores a los niños. Es momento de aprovechar y compartir el rato de la comida con ellos para enseñarles esa gran variedad gastronómica.

¿Cómo conseguir que coman alimentos nuevos?

Normalmente un niño rechaza los sabores que no conoce, pero no debemos desesperarnos. Con paciencia podemos conseguir que nuestros hijos pequeños quieran comer nuevos alimentos. Hay algunos trucos que nunca fallan como por ejemplo: mientras cocinamos, si ellos están sentados en la trona, podemos ofrecerles palitos de verdura, de zanahoria, trocitos de alguna fruta, todo sin forzar, simplemente para que degusten nuevos sabores. Otro ejemplo se basa en potenciar los colores de la comida creando cremas blancas (con patata, coliflor y cebolla) o cremas naranjas de zanahoria y calabaza.

Recordar que es muy importante introducir todos los grupos de los alimentos y siempre respetando el ritmo que marque el pediatra del niño. En definitiva, dejar tocar y manipular la comida, puede hacer que se familiaricen con nuevos colores y sabores y les encante probar cosas nuevas. Las macedonias y los platos decorados de forma divertida también pueden ser un arma a tener en cuenta cuando el niño está desmotivado por comer.

Si estás intentado quedarte embarazada, esto te interesa. El estrés, además de afectar negativamente sobre muchos otros aspectos de tu vida, también puede hacerlo sobre tu fertilidad. Desde aquí te contamos por qué y cómo puedes empezar a relajarte. ¡Toma nota!

Aunque el estrés puede influir a cada persona de una forma diferente, lo cierto es que cada vez más especialistas indican que puede ser un factor que afecte a la fertilidad. Pasar por un época con altos niveles de estrés o bien presionarse para que se produzca el embarazo, puede reducir las posibilidades de lograrlo. Cuando el sistema nervioso central está alterado hay una influencia negativa sobre el ciclo hormonal que regula el sistema reproductivo. Por eso, el estrés excesivo puede causar anovulación (no ovulación), que puede provocar amenorrea (ausencia de la menstruación) o periodos irregulares. Además, el estrés también puede afectar a la calidad de la vida sexual de la pareja.

Si estás intentando quedarte embarazada, lo mejor será que procures llevar una vida tranquila. Técnicas como el yoga o la meditación pueden ayudarte.

Claves para reducir el estrés

 Aprende técnicas de relajación: respiración, entrenamiento autógeno, yoga, meditación…
– Dedica tu tiempo libre a actividades que te gusten y te diviertan.
– Aliméntate de forma saludable: el estrés puede provocar que se descuide la alimentación, esto empeoraría la situación así que es muy recomendable procurar llevar una dieta equilibrada.
– Duerme lo suficiente: no descansar lo suficiente puede aumentar el estrés.
– Haz ejercicio: la actividad física puede ayudarte a manejar el estrés.
– Procura reservar tiempo para tu vida privada, pasar tiempo con tus seres queridos y desconectar de las preocupaciones laborales.
– Valora los acontecimientos positivos que sucedan en tu día a día.

¿Has tomado nota? Todos estos consejos pueden ayudarte a decir adiós al estrés. Además, si estás intentando quedarte embarazada te recomendamos que no te presiones. Existen pruebas de ovulación con las que podrás identificar tus días más fértiles de forma sencilla y sin agobiarte. No obstante, aunque mantener relaciones sexuales en estos días es muy recomendable, procura no perder la espontaneidad.

La salud dental es vital para la salud general y apariencia en la niñez y toda la vida. La odontología preventiva es tan buena en la actualidad que nuestros niños pueden esperar mantener esos dientes blancos y brillantes toda la vida. Y ahora sabemos tanto sobre cómo evitar que los niños sientan miedo y dolor en el dentista que no tienen motivo para preocuparse cuando es el momento de hacer el control dos veces al año. Estas son algunas de las cosas que puedes hacer para asegurar que tu hijo reciba la atención adecuada y desarrolle una actitud que garantice que su sonrisa brille de por vida.

Elige un dentista pediátrico.
Existen dentistas pediátricos que tienen formación adicional e interés especial en los problemas dentales de los niños. Si no hay uno en tu comunidad, busca un dentista cuya sala de espera, actitud del personal, y comodidad con los niños te indique que será una experiencia positiva. Tu médico puede ofrecerte alguna recomendación.

Haz una visita antes.

Lleva al niño antes de la consulta para que conozca el lugar.

Analiza cómo te sientes con el dentista. 

Muchos padres tienen recuerdos de malas experiencias en el dentista, y pueden transmitir mensajes negativos sobre el dentista sin decir nada. El padre que tenga la actitud más positiva sobre la visita al dentista es quien debe acompañar al niño.

Respeta los dientes de leche. 

Aunque tu hijo perderá sus primeros dientes, el cuidado adecuado, incluidos el relleno, el recubrimiento y la extracción de dientes muertos, ayuda a garantizar que los dientes debajo y la mandíbula crecerán bien y permanecerán saludables. Prepárate a escuchar sugerencias con respecto al cuidado que no estaban disponibles cuando tú eras pequeña. Consulta sobre enjuagues con flúor.

Estas son algunas cosas que puedes hacer en casa entre las visitas al dentista para no perder el brillo:

  • Enseña a los niños a cepillarse los dientes dos veces al día. Los mejores momentos son después del desayuno y antes de acostarse. Supervisa al menos el cepillado de la noche en niños menores de 7 años; supervisa ambos en niños menores de 4 años.
  • Usa un cepillo de cerdas suaves. Los cepillos duros raspan las encías y pueden fomentar la acumulación de bacterias. Cambia el cepillo cada tres a seis meses, o antes si se desgasta.
  • Coloca un cronómetro en el baño. Prográmalo para dos a tres minutos. Es el tiempo que se necesita para que los dientes queden realmente limpios.
  • Controla el fluoruro. Comunícate con tu médico y consulta sobre el uso de suplementos de fluoruro. El tipo y la cantidad dependerán del contenido de fluoruro que tenga el agua del lugar donde vive. No supongas que no lo necesitas si tu hijo bebe agua embotellada con fluoruro, ya que puede no ser suficiente.
  • Evita los alimentos pegajosos. Algunos tipos de caramelos y golosinas son en su mayoría de azúcar y se pegan durante todo el día en la superficie de los dientes con la que masticamos.

Mediante un buen cuidado dental en el hogar y en el consultorio dental, y con la cantidad adecuada de fluoruro, tu hijo debería llegar a la edad adulta con una sonrisa blanca y brillante.

Ver el progreso de tu bebé de una etapa a la otra es muy emocionante. Es impresionante ver cómo crecen y cambian; asegúrate de disfrutar de estos momentos con tu bebé.

4 meses 
Tu bebé crece rápidamente sus cambios físicos, emocionales y cognitivos ocurrirán casi al instante. Ahora tu bebé interactúa más con el mundo según lo aprende más de ti, su compañera de juegos favorita.

A los 4 meses, tu bebé probablemente:

  • Sostenga su cabeza con sus antebrazos o sus brazos. Sostenga su cabeza firmemente mientras está sentado: lo mejor para tener una charla contigo.
  • Podrá verte al otro lado de la habitación y te seguirá con la mirada a medida que te desplaces por el lugar.
  • Sabrá cómo llamar tu atención al llorar, tirar algo o toser.
  • Golpeará objetos y a veces se las ingeniará para alcanzar y recogerlos. Si alcanza algún objeto, lo sacudirá o se lo meterá en la boca. Si se le cae, es un accidente que lo sorprenderá.
  • Encontrará que sus manos son muy interesantes. Se golpeará las manos, se las tocará o simplemente se las mirará.
  • Se babeará mucho y humedecerá todos sus juguetes y a ti, pero es probable que sus dientes todavía no estén por salir.
  • Reconocerá tu voz y se calmará, al menos por un momento, si lo llamas desde otra habitación. Estará aprendiendo a anticipar y a esperar.
  • Podrá quedarse dormido si inicias un ritual de sueño y le das un pequeño juguete o una manta para arroparlo.

6 meses 
A los 6 meses, el bebé ya se sentará o estará preparado para sentarse, y su espalda comenzará a enderezarse. Será una nueva perspectiva para el bebé, ¡una que disfrutará!

A los 6 meses, tu bebé probablemente:

  • Se reirá con fuerza, sonreirá y gritará.
  • Se “”burlará”” de ti al dejar caer y arrojar cosas, y hará ruidos para hacer que reacciones. También experimentará con las ideas del espacio y la desaparición.
  • Es posible que intente pararse en los muebles o en la cuna.
  • Podrá pasarse objetos de una mano a otra.
  • Se pondrá prácticamente cualquier cosa en la boca.
  • Dirá “”ba”” y “”pa””, y balbuceará.
  • Tendrá su primer o sus primeros dientes.
  • Volteará su cabeza al escuchar un sonido.
  • Se conformará con chuparse el dedo, jugar con una mantita o voltearse.
  • Se volteará sobre sí mismo hacia ambos lados.
  • Comenzará a tener noción de los extraños, ya que estará desarrollando su inteligencia y podrá determinar las personas que le son familiares y las que no lo son.

Cuando crees que tenías todo bajo control, tu bebé decide desafiarte nuevamente, ¡ya que comenzará a desplazarse! Deberás empezar a pensar en cuestiones de seguridad. A medida que tu bebé comienza a ingerir los primeros alimentos sólidos, tendrás que estar alerta de los objetos que pueden presentar un riesgo de asfixia.

9 meses 
Tu bebé ha comenzado a moverse: explora, investiga y experimenta. Le encanta esconder cosas y jugar a las escondidas porque ahora puede recordar las cosas que no están frente a él. Deberás estar alerta constantemente para mantener al bebé seguro y garantizarle que lo amas. A esta edad es cuando los padres se dan cuenta de la fuerte personalidad del bebé y de las ansias que tiene de participar de todo.

A los 9 meses, tu bebé probablemente:

  • Se sentará bastante bien sin apoyo, y podrá girar y voltear cuando esté sentado.
  • Podrá jugar con juguetes mientras esté sentado.
  • Podrá desplazarse hacia adelante, ya sea arrastrándose o gateando. Algunos bebés no gatean, pero sí pueden trasladarse de un lugar a otro.
  • Se esforzará para pararse, y a veces quedará atascado. (Pronto aprenderá a sentarse de nuevo.)
  • Utilizará sus deditos como pinzas; el dedo índice y el pulgar funcionarán juntos para recoger objetos pequeños. (Puedes estar segura de que encontrará todo objeto pequeño que se haya caído en la alfombra o rodado debajo de la mesa.)
  • Utilizará su dedo índice para hurgar objetos, como interruptores, botones o tomacorrientes.
  • Deseará verte en todo momento. Se irá y regresará para verte a medida que juega. Probablemente, se ponga muy ansioso si te pierde de vista. Es posible que tu bebé salude a personas extrañas, e incluso a personas con apariencia extraña, si no es que grita agudamente. Recuerda que el bebé no se está portando mal. Solo conoce la diferencia entre su familia y cuidadores cercanos, y otras personas que le resultan menos familiares.
  • Balbuceará como una buena imitación de la forma de hablar. Comenzarás a escuchar “”mamá”” y “”papá”” de vez en cuando. Tu respuesta resplandeciente a estas palabras le hará saber que es muy especial.
  • Sabrá su propio nombre, se volteará cuando lo llamen, reconocerá algunas palabras y se verá interesado por las personas que le hablan.
  • Tendrá sus primeros dientes, generalmente los incisivos superiores e inferiores.
  • Se despertará y se comportará de manera difícil en la noche. Eso se debe a que extraña a las personas y la diversión que vive durante el día.
  • Ya no le agradará estar siempre en brazos. Deseará bajarse e interactuar con todo lo que lo rodea.
  • Estará preparado para controlar su alimentación. En esta etapa, verá las tazas y los alimentos que se comen con la mano como muy interesantes, porque ya ha perfeccionado el agarre con sus “pinzas”.
  • Hará ruidos de formas nuevas, al tirar, golpear, sacudir y desarmar sus juguetes. El hecho de que papá o mamá estén allí para recoger estos objetos solo agrega más diversión.

Las niñeras son como piedras preciosas. Hablamos de ellas con entusiasmo pero en voz baja y algunas veces nos negamos a compartir a las mejores, incluso con nuestros amigos. Una niñera ofrece las dos cosas que los padres más valoran: tiempo y tranquilidad.

Es un trabajo para el que se necesita un gran nivel de madurez. Aun así, muchos niños de 12 años pueden calmar a un pequeño que llora mejor que algunos estudiantes de universidad. El tener años de práctica con hermanos menores parece dar una ventaja considerable, en especial si la niñera cuida de dos niños.

¿Qué puedes hacer para encontrar y conservar una niñera excelente? Aquí te mencionamos algunas ideas:

  • Amplía tu búsqueda : Si bien tu primer instinto puede ser buscar una niñera en la escuela secundaria o intermedia local, prueba mejor con una universidad. Es posible que encuentres un estudiante que no es de la ciudad y que extrañe las interacciones de una familia y por ello esté dispuesto a cambiar una noche en el dormitorio de la universidad por una paga extra y algo de tiempo en un hogar cómodo. Y seguramente ganarás puntos adicionales si le permites lavar su ropa cuando los niños estén dormidos.
  • Establece una cuota por el servicio contratado. Llega a un arreglo comercial con la niñera mediante el que reservas su tiempo por seis meses o un año y, a cambio de ello, prometes pagarle una cantidad mínima de horas a la semana aunque no la llames. O reserva su tiempo para una noche específica todas las semanas. Asegúrate de que el arreglo les permita realizar cambios con suficiente antelación.
  • Si a tu niñera la hace sentir cómoda, involúcrate en su vida. Asiste a sus presentaciones escolares y competencias deportivas. Envíale una tarjeta o un pequeño obsequio de cumpleaños. Si tu interés en ella es genuino, te tendrá en lo más alto de su lista de clientes.
  • Comunícate con programas de capacitación para obtener referencias. Grupos como la Cruz Roja y Girl Scouts tienen programas de capacitación formales y “certifican” niñeras. Participar de dichos programas significa que se toma su trabajo seriamente.
  • Ten un plan de reserva. Las vacaciones de la escuela, las enfermedades y los exámenes pueden desatar el caos en el cronograma de tu niñera justo cuando la necesitas.

Empieza con un simulacro. Lleva a una niñera para que pase algunas horas con tus hijos mientras tú estás en casa. Págale por su tiempo, por supuesto. Así podrás ver cómo interactúan, cómo maneja las demandas en conflicto de más de un niño (si es tu caso) y si su estilo refleja tus valores.

¿Sufres intolerancia a la lactosa? Durante el embarazo es necesario ingerir unas dosis mayores de calcio, por eso es importante que te alimentes adecuadamente. Te contamos qué alimentos puedes tomar para cubrir las necesidades de este mineral tan importante para tu salud y la de tu bebé.

La intolerancia a lactosa se produce cuando el organismo no es capaz de digerir el azúcar de la leche. Ese azúcar, llamado lactosa, está presente en la leche humana, en la de vaca y en la de cabra. Para poder digerirlo el intestino necesita una enzima llamada lactasa y si esta es deficiente, se produce la intolerancia. Los síntomas más comunes son la pesadez, el dolor abdominal, los gases o la diarrea. Por eso, las personas que la sufren tienen que evitar el consumo de productos con lactosa en la medida de lo posible.

Sin embargo, esos alimentos son la principal fuente de calcio, por lo que es necesario conocer las alternativas para poder obtener la dosis diaria necesaria, especialmente durante el embarazo. Como puedes ver en la galería, la leche y sus derivados son alimentos recomendados en esa etapa, de hecho las cantidades necesarias de calcio al día son mayores durante la gestación: 800 mg en el primer trimestre y 1.400 mg en el segundo. Esto es así porque el calcio es primordial para la construcción de los huesos y si se produce una carencia, se pueden ver afectados los dientes y los huesos tanto de la madre como el bebé.

Pero, ¡no te preocupes! Existen opciones para los intolerantes: los productos sin lactosa y otros alimentos con calcio serán tus aliados. Sigue leyendo y descubre qué pasos debes seguir para cubrir tus necesidades de calcio durante el embarazo.

Cómo obtener el calcio que necesitas

Lo primero que debes hacer es consultar a tu médico. Será el encargado de darte las mejores pautas para cubrir tus necesidades de calcio durante el embarazo de una forma adaptada a tu intolerancia a la lactosa. Por suerte, cada vez existen más alternativas de productos sin lactosa en el mercado. Desde leche sin lactosa hasta yogures, queso o, incluso, ¡helados sin lactosa! De esta forma podrás consumir lácteos sin sufrir ninguna consecuencia. A la hora de elegir estos productos, te recomendamos que te fijes en el etiquetado y te asegures de que el logo que indica que no tiene lactosa sea de alguna asociación externa a las marcas, como el de ADILAC.

Además, debes saber que hay otros alimentos, aparte de los lácteos, que contienen calcio. Las lentejas, los garbanzos, el brócoli, las espinacas, el sésamo o las acelgas son algunos de ellos. Te recomendamos que los incluyas en tus menús, ya que también tienen otros nutrientes muy beneficiosos para tu salud.

No obstante, si tu médico lo considera necesario, puede recomendarte que tomes suplementos de calcio para evitar que se produzca alguna complicación como consecuencia de una carencia de calcio.

Este tipo de diabetes se desarrolla solo durante el embarazo y puede causar complicaciones durante la gestación y el parto. Aunque tiende a desaparecer después de dar a luz, es importante estar informadas y saber cómo actuar.

La diabetes gestacional se caracteriza por el aumento de glucosa en sangre durante el embarazo. Los niveles alcanzan valores superiores a los normales, que son menos de 110 mg/dl en ayunas y menos de 140 mg/dl después de las comidas, pero no llegan a ser lo lo suficientemente altos como para diagnosticar una diabetes crónica. Las mujeres que padecen diabetes gestacional corren mayor riesgo de sufrir complicaciones durante el embarazo y el parto y de padecer diabetes de tipo 2 en el futuro. Para diagnosticarla es necesario someterse a pruebas médicas, ya que se trata de una afección cuyos síntomas pasan desapercibidos para las madres.

Los riesgos para el bebé

El exceso de glucosa en sangre puede atravesar la placenta y causar ciertos problemas al bebé. Dos de los más comunes son:

  • Macrosomía: el bebé tiene un tamaño más grande de lo normal, algo que podría complicar el parto o propiciar una cesárea.
  • Hipoglucemia: niveles bajos de glucosa en sangre.

Además, al igual que la madre, el bebé corre más riesgos de padecer diabetes de tipo 2 en el futuro.

El diagnóstico

La diabetes gestacional se suele diagnosticar en torno a las 24-28 semanas de embarazo. La prueba para hacerlo es el test de O’Sullivan, que consiste en ingerir 50 gramos de glucosa disueltos en agua. Pasados 60 minutos se realiza una analítica: si el nivel de glucosa es superior o igual a 140 el resultado se considera positivo. En estos casos es necesario realizar una prueba complementaria para determinar el diagnóstico certero de diabetes gestacional (Test de Tolerancia Oral a la Glucosa).

Una vez determinada, es necesario seguir unas pautas para proteger la salud tanto del bebé como de la madre. Básicamente consisten en controlar periódicamente los niveles de glucosa, llevar una alimentación sana, practicar ejercicio de forma regular y mantener un peso saludable. Si el médico lo considera necesario, la madre deberá seguir un tratamiento con insulina.

Factores que pueden producirla

Aunque lo más normal es que la diabetes gestacional se produzca solo durante el embarazo y luego desaparezca, hay ciertos factores que hacen más propensas a las mujeres a padecerlas:

  • Sobrepeso y obesidad
  • Tener familiares directos que hayan padecido diabetes gestacional
  • Tener familiares directos que padecen diabetes de tipo 2
  • Antecedentes de diabetes gestacional en otros embarazos

Es recomendable que las mujeres que padecen diabetes y están planeando quedarse embarazas se lo consulten antes a su médico para saber qué medidas preventivas deberían llevar a cabo durante el embarazo para mantener los niveles de glucosa controlados.

¿Qué ocurre después del parto?

A las mujeres que han padecido diabetes gestacional durante el embarazo se les realiza un seguimiento después del parto para comprobar que los valores de glucosa en sangre son óptimos. Normalmente justo después del parto la mujer se recupera y no vuelve a tener valores elevados de glucosa en sangre: de hecho, solo entre el 5% y 10% de las madres que han tenido diabetes gestacional se vuelven diabéticas. Pero aún así, se suele realizar una prueba más, pasadas seis semanas de dar a luz o tras finalizar la lactancia, para cerciorarse de que la diabetes ha desaparecido. La prueba es similar a la del test de O’Sullivan, solo que esta vez se debe ingerir 75 gramos de glucosa.

​Es importante que durante el embarazo acudamos rigurosamente a todas las revisiones médicas para prevenir cualquier complicación y asegurarnos de que nuestro bebé nazca sano. Recuerda que la lactancia materna le aportará después una protección contra ciertas enfermedades, entre las que se incluye también la diabetes.

Dormir bien cuando estás embarazada no es fácil. Entre encontrar cuál es la postura idónea con la que te sientas cómoda y sea óptima para el bebé, así como las posibles pesadillas o la ansiedad, las noches se te pueden hacer eternas. Te damos algunos consejos para que puedas descansar correctamente.

Las náuseas, la acidez estomacal, la ansiedad, la necesidad de ir continuamente al baño… son algunos de los síntomas del embarazo que nos pueden hacer la vida imposible a la hora de descansar. Las noches se te hacen eternas y, seguramente, durante la última etapa lo notarás aún más debido al tamaño de la tripa. Entonces, ¿cómo debe dormir una embarazada? Lo ideal es que elijas la postura con la que mejor te sientas, pero si es cierto que hay algunas que son más adecuadas que otras. Aquí te contamos cuáles son las mejores posturas para dormir embarazada.

Tumbada sobre el lado izquierdo

Durante el embarazo los expertos recomiendan dormir en el lado izquierdo ya que esta posición ayuda a que la sangre y los nutrientes fluyan hasta el útero y tu bebé. Asimismo, con esta posición tu riñón podrá eliminar desechos y fluidos más fácilmente. También es la más indicada porque es la que ayuda a dormir mejor.

De lado con una almohada entre las piernas

De esta forma mantendrás la columna recta y evitarás echar el peso de una pierna sobre otra. Además, también puedes usar almohadas largas que te permitan apoyar la barriga, lo que te dará una mayor seguridad.

Con los pies elevados

Uno de los problemas más incómodos de las embarazas son los calambres en la parte de los gemelos. Si sufres de una mala circulación, tienes los tobillos o las piernas hinchadas y la sensación de sentirte como un globo puedes probar a dormir con las piernas en alto (apoyadas sobre unos cojines). Te ayudará a que la circulación fluya y prevendrás la aparición de varices, pinchazos y calambres.

De espaldas

Es una de las posiciones menos recomendable incluida con la de boca abajo. En este caso, dormir de espaldas puede provocar mala circulación debido a que todo el peso de tu útero, intestinos y vena cava inferior se coloca sobre la espalda, lo que también puede afectar a tu digestión.

Posición semisentada

En el caso de que tengas alguna molestia estomacal, reflujos o no te haya sentado muy bien la comida, una de las posturas que se recomiendan es colocarse semisentada con la ayuda de almohadones o cojines como apoyo. La finalidad siempre es estar cómoda.

¿Has tomado nota? Elige la que más se adapte a tus necesidades y con la que más a gusto estés. Esperamos que descanses y que disfrutes mucho del embarazo, se trata de una etapa que siempre recordarás.

Cada mujer vive el embarazo de forma muy distinta., pero uno de los síntomas del que casi ninguna de ellas se libra es el del cansancio.

Que una vida se forme durante nueve meses dentro de ti implica un gasto importante de energía y, por supuesto, inevitablemente conlleva una serie de consecuencias para todo tu cuerpo. Y es que, ¿quién dijo que formar a un ser humano era fácil?

El cansancio en el embarazo es un síntoma totalmente normal y común. El problema viene cuando te sientes a todas horas fatigada y te da pereza hasta levantarte de la cama. Es una sensación difícil de sobrellevar. Pero no te preocupes porque existen muchos trucos y consejos que puedes poner en práctica para mejorar esta situación. Algunos son tan simples como cambiar tu dieta o hacer algo de ejercicio. ¡Con ellos conseguirás combatir el cansancio! Así que prepárate porque a partir de ahora no tendrás excusas gracias a nuestros consejos basados en expertos.

¿Cuáles son las causas del cansancio durante el embarazo?

El embarazo supone un gran cambio para el cuerpo de una mujer. Al mismo tiempo que se producen cambios físicos, se producen cambios tanto emocionales como hormonales. Obviamente los hormonales no los podemos controlar pero los físicos sí. De esta forma, regularás la energía que gastamos.

Emma Cannon, experta en embarazos y autora de The Baby-Making Bible dice: “El embarazo requiere una gran parte de energía por parte de la madre. Las embarazadas reciben energía de su alimentación, de los nutrientes de estos alimentos que se consiguen mediante el proceso de digestión, del tiempo que utilizan en descansar y de según sea su constitución”. Comer y dormir de forma irregular o el estrés son los peores enemigos para las embarazadas ya que pueden ser las principales causas para sentirse muy cansadas.

Así que, si te das por aludida porque cumples todos estos requisitos te vamos a dar algunos consejos para que, por lo menos, logres reducir el sentimiento de fatiga.

El cansancio en el embarazo: un síntoma común

Los niveles de cansancio van variando según se van cumpliendo las distintas etapas del embarazo, trimestre a trimestre. Es más normal que te sientas más cansada durante las 12 primeras semanas de embarazo ya que se trata del tiempo en el que tu cuerpo se está adaptando a los cambios.

Pero el tercer trimestre puede hacerse más duro, ya que el peso del bebé va incrementando y en consecuencia tus niveles de energía disminuyen. Pero insistimos, no hay nada por lo que preocuparse. De todas formas, si piensas que tu fatiga es inusual o extrema te recomendamos que visites tu ginecólogo inmediatamente. Probablemente, no sea nada importante pero siempre es mejor prevenir con un buen control médico.

Cuida lo que comes

Como a cualquier persona, todo lo que come una embarazada repercute en cómo se siente exteriormente. Así que te recomendamos que añadas a tu dieta sobre todo alimentos que te den energía.

Los imprescindibles durante el embarazo son:

  • Alimentos ricos en hierro como las verduras verdes, la carne roja, los huevos, el pescado y las judías.
  • Alimentos ricos en fibra como la avena, la quinoa y, el pan y los cereales integrales.
  • Las proteínas que encontrarás en la carne, el pescado y los huevos.
  • Vitamina C.

Aunque pequeñas delicias como el chocolate pueden subir el ánimo, los efectos no son duraderos por lo que es mejor optar por los alimentos que proporcionan una liberación lenta de energía como la pasta o el arroz.

Haz ejercicio

Si estás embarazada y cansada lo último que se te pasa por la cabeza es ponerte a hacer ejercicio, pero nosotras sinceramente pensamos que merece la pena. Hacer un poco de ejercicio suave durante el embarazo te ayudará a mantener los niveles de energía y combatir la sensación de cansancio.

La experta afirma que: “Practicar un poco de ejercicio de forma regular es beneficioso. Caminar, nadar, practicar yoga o pilates (para embarazadas), sobre todo”.

Aprende a relajarte

Si tienes problemas para dormir lo ideal es entrenarse para aprender a relajarse. La palabra “entrenar” puede no resultar muy relajante pero aprender a saber relajarse antes de ir a dormir ayudará a tu cuerpo a saber cuándo tiene que descansar. Trata de hacer una rutina antes de ir a la cama. Esto puede dificultarse si tienes niños en casa, pero vale la pena intentarlo.

Leer, escuchar música, darse un largo baño con agua caliente… No supone ningún esfuerzo y tu cuerpo te lo agradecerá. Si no duermes bien, no afectará al bebé directamente, pero un buen descanso de la madre lo es también para su bebé. Aquí te dejamos algunas posturas para dormir bien durante el embarazo.

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