Amamantar: todo lo que necesitas saber para las primeras comidas del bebé

29 Mar, 2017 10:22 am

La leche de cada madre está formulada exclusivamente para su propio bebé y está llena de células que combaten las infecciones y proteínas que ayudarán a mantener al bebé feliz y sano. Amamantar a tu bebé puede ser agradable para ambos.

Las primeras veces que alimentes a tu bebé son momentos especiales. Ningún otro momento puede acercarte más a tu pequeño durante el primer año.  Ayudar a tu bebé a obtener los nutrientes importantes que necesita para crecer y desarrollarse es algo maravilloso, pero el tiempo que pasan juntos también es muy importante.

Puedes necesitar un poco de práctica al principio, pero hay muchas razones para que pongas tu mejor esfuerzo en amamantar.

Beneficios de amamantar para la mamá

La lactancia materna proporciona beneficios concretos para tu salud y la de tu bebé. Además de ser una forma ideal de vincularte estrechamente con tu nuevo hijo, amamantar ayuda a estimular las hormonas que encogen el útero hasta volver a su tamaño previo al embarazo.

Amamantar también ayuda a perder peso después del embarazo, ya que utiliza el tipo especial de grasa que aumentaste durante el embarazo antes de que sea parte de tu cuerpo. Amamantar te ayuda a perder ese peso a un ritmo adecuado.

Las mujeres que amamantan necesitan aumentar de 2 a 4 kg (5 a 10 libras) sobre su peso antes del embarazo para mantener su cuerpo saludable mientras nutren a sus hijos. Si pierdes peso demasiado rápido, podría disminuir la producción de leche cuando el bebé tenga un crecimiento acelerado y necesite comer más. Esos kilos de más desaparecerán de forma natural durante los primeros seis meses.

Qué esperar en las primeras comidas del bebé

Comenzarás a tener leche materna unos pocos días después de que nazca su bebé. Hasta entonces, tus pechos estarán ocupados produciendo calostro para que tu bebé pueda beber esto hasta que tengas leche. Esta sustancia espesa y amarillenta tiene muchas proteínas y anticuerpos que ayudarán a tu bebé a combatir las enfermedades.

El calostro es el primer alimento de tu bebé y su primera “inmunización” contra las enfermedades. El bebé tiene mucha agua y grasa acumulada para usar mientras toma este importantísimo alimento. Su pancita solo puede contener una cucharadita de líquido a esta edad, por lo que no necesita mucho para llenarla.

Antes de que aparezca tu leche completamente, tu recién nacido puede comenzar a amamantarse incluso cada una hora durante el primer día o dos de vida. Esto ayudará a tu cuerpo a crear un buen suministro de leche, que esté perfectamente adaptado a las necesidades de tu bebé. En tan solo dos a cuatro días, tu cuerpo se adaptará a esta “información”, y tu bebé necesitará amamantarse con menos frecuencia, aproximadamente cada dos o tres horas, o de ocho a 12 veces en un período de 24 horas.

Cuando comiences a tener leche, la misma se verá muy diferente del calostro; la leche materna normal se parece más a la leche descremada, un líquido blanco o azulado de aspecto ligero.

Establecer un buen suministro de leche.

Cuando estás amamantando, es esencial que tengas una buena nutrición, que bebas una gran cantidad de líquido, y que descanses. Duerme cuando el bebé duerme y bebe abundantes líquidos saludables. La leche, el agua y jugos naturales son buenas opciones; y recuerda que debes relajarte.

Tendrás que mantener una dieta básica saludable para mantener tu producción de leche materna, pero no necesitas nada rebuscado. Algunos bebés lactantes son muy sensibles a ciertas cosas en la dieta de su madre, pero la mayoría de ellas funcionan bien, independientemente de lo que comas.

En general, tu cuerpo reacciona al hambre de tu bebé: Si no come mucho, tú no producirás tanta leche, y si tu bebé come mucho, ¡tú producirás un montón!

Cuándo alimentar al bebé

Alimenta a tu recién nacido según él lo demande, es decir, cada vez que quiera comer. El bebé no va a comer grandes cantidades los primeros días ya que su estómago es muy pequeño, pero sí va a querer que lo amamantes a menudo. La mayoría de los recién nacidos necesitan alrededor de 10 a 12 tomas en un período de 24 horas, o una toma cada una a tres horas.

Cuando establezcas tu suministro de leche, despierta a tu bebé para alimentarlo si duerme más de tres horas durante el día o cuatro horas durante la noche. De lo contrario, se va a despertar demasiado hambriento como para alimentarse bien. Cuando las cosas comiencen a funcionar bien, se despertará cuando lo necesite.

¿Cuánto es suficiente?

Al igual que muchas madres que amamantan, quizás no estés segura cuándo tu bebé ha comido lo suficiente. Tú sabrás que está recibiendo algo si puedes escucharlo tragar mientras lo amamantas. Otra clave es si tu bebé duerme bien después de una comida. Si su estómago está lleno y su pañal está limpio, probablemente se duerma nuevamente después de comer.

Otros indicios de que tu recién nacido está recibiendo suficiente para comer:

  • Produce cerca de seis pañales mojados cada día después de tu leche y entre dos y cinco deposiciones amarillentas y blandas cada día hasta que tenga seis semanas. Algunos bebés procesan tan eficientemente la leche materna que evacuan las heces con muy poca frecuencia.
  • Su orina es de color amarillo pálido, no amarillo oscuro ni anaranjado
  • Tus pechos se sienten blandos y “vacíos” después de amamantar

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