Aunque un Baby Shower suele celebrarse antes de que llegue el bebé, hay ciertas ventajas al celebrar un Baby Shower después de que nazca el bebé:
- Los invitados pueden conocer al bebé en la fiesta.
- Combinar un Baby Shower con una fiesta “conozcan al bebé” puede ponerles las cosas más fáciles a los nuevos papás, que de lo contrario recibirían de a poco incesantes visitas de amigos que están deseando conocer al bebé uno a uno.
- Otra ventaja es que los invitados conocerán el nombre, el sexo y el tamaño del bebé, lo que permitirá que la entrega de regalos sea más fácil y personalizada (el bordado del nombre o de iniciales, por ejemplo).
- Celebrar un Baby Shower después de que nazca el bebé es una buena idea si la madre está teniendo un embarazo complicado y está en cama o no tiene muchas ganas de fiestas.
- Este tipo de Baby Shower también es muy adecuado para bebés adoptados, ya que los padres muchas veces no saben cuándo se concretará la adopción hasta el último momento.
Conviene esperar a que llegue el recién nacido antes de concretar la fecha. Concede a los padres un par de semanas para que se adapten a su nueva vida antes de confirmar con ellos los detalles y enviar las invitaciones.
Un Baby Shower con el bebé debe ser breve, ya que la nueva familia probablemente esté exhausta y sin ganas de eventos agotadores. Es mejor plantearlo como una jornada informal con refrescos y comida ligera. Seguramente no necesitará juegos ni actividades, ya que hacerle “gugú”, “gagá” al recién nacido suele ser emoción suficiente para una fiesta.