Al igual que todos nosotros, a tu bebé le encanta el contacto humano, y los estudios han demostrado que el contacto con la piel puede tener efectos beneficiosos para el vínculo padre-hijo.
Los beneficios del contacto humano
Tu bebé ha tenido una transición desde un entorno cálido y cerrado hacia uno frío y abierto.
El contacto estrecho imita la seguridad del vientre y hace que la transición de tu bebé hacia el mundo exterior sea menos traumática y más llevadera.
- Hace que tu bebé se sienta cuidado, protegido y seguro.
- Mejora el crecimiento y desarrollo de tu bebé.
- Facilita a los padres traer al nuevo miembro de la familia al hogar.
Seis pasos para dar a tu bebé un masaje calmante y relajante:
- Asegúrate de que la habitación esté cálida.
- Elige un área segura en donde no haya posibilidad de caídas; mucha gente simplemente coloca una manta suave en el piso.
- Desviste a tu bebé.
- No es necesario usar aceite, pero si optas por hacerlo, vierte una pequeña cantidad de cualquier aceite suave y no perfumada (incluso el aceite vegetal está bien) en la palma de la mano, y luego frota tus manos para calentar el aceite antes de aplicarlo en la piel de tu bebé. Recuerda, ¡se puede poner muy resbaloso y difícil de manejar cuando está todo engrasado!
- Comienza por sus pies y piernas, mueve suavemente tus manos hacia arriba, hacia el pecho y brazos de tu bebé, con movimientos firmes.
- Cuando llegues la parte superior del cuerpo de tu bebé, cubre sus piernas y pies con una manta.
Continúa siempre y cuando notes que su bebé disfruta el masaje, ¡y diviértanse!
Cuanto más contacto cercano tengas con tu bebé, mejor será el vínculo que ambos tendrán. Siempre que lo toques o le des un masaje, tu bebé se sentirá bien cuidado, protegido y seguro. Además, ¡darle un masaje a tu bebé es muy divertido para ti también!