Cuando cualquier cosa parece ser comida

10 Dic, 2016 10:43 am

En el proceso de exploración del mundo, los niños pueden introducirse todo tipo de cosas en los orificios nasales o bocales y eso genera inconvenientes en su salud.

Cuando un niño mete algún elemento extraño en su nariz, se produce una infección, que causa moco mezclado con pus. Para sacar el elemento extraño, hay que tener mucho cuidado o se puede correr el riesgo de que llegue a las vías respiratorias. Este caso debe ser tratado por un especialista.

Uno de los elementos que más llama la atención de un pequeño son las monedas. Se las llevan a la boca y hasta se las tragan; si eso ocurre, el pequeño sufrirá una especie de ahogamiento y su piel se volverá un tanto morada. La solución radica en hacer toser al niño, sujetándolo de un pie, poniéndolo de cabeza y golpeándolo entre los hombros.

También hay otros elementos que el niño puede ingerir como dulces duros, semillas, medicamentos, piedras, partes pequeñas de juguetes y bombas de inflar. Todos riesgosos para la salud del bebé.

De los seis a los nueve meses les llaman la atención los objetos redondos como piedras, monedas y caramelos. Estos objetos son los de mayor riesgo porque resbalan con facilidad en su boca y pueden llegar al aparato digestivo.

Si se produce un caso de ahogamiento, hay que actuar rápidamente y sin miedo. Es indispensable tener a la vista el objeto que el niño ha consumido; en caso contrario, no introduzca el dedo porque podría empeorar las cosas.

 

Tomado de: http://www.abcdelbebe.com/etapa/bebe/6-a-12-meses/comportamiento/cuando-cualquier-cosa-parece-ser-comida

 

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