Puede ser peligroso para el niño? ¿Hay riesgo de que la silicona entre en contacto con la leche? ¿Necesitaré un retoque después de la lactancia? Si te has hecho un aumento de busto, tal vez tengas todas estas dudas y más cuando te conviertas en madre y tengas que alimentar a tu bebé.
De entrada, nuestra respuesta es sí. Puedes darle el pecho a tu hijo aunque tengas implantes de mama.
Tras el embarazo, espera unos meses para operarte
No tengas prisa en operarte tras el embarazo. Los especialistas recomiendan esperar seis meses después del parto para hacerse un aumento de busto.
Ten en cuenta que tu cuerpo ha estado sometido en los nueve meses anteriores a muchos cambios y que no volverá a estabilizarse en un tiempo. Si te precipitas, el resultado puede no ser el que esperabas.
El pecho no se cae por la lactancia
La lactancia materna no estropea el pecho. Habrás oído lo contrario millones de veces, pero es uno de esos falsos mitos que corren por ahí.
En realidad, todas las mujeres que tienen un hijo están expuestas a que la ley de la gravedad haga estragos con su pecho. ¿Cuál es la razón? Es el embarazo, con sus cambios hormonales y de peso el que influye sobre la caída del pecho. Y no en todas las mujeres. Por lo tanto, la lactancia no tiene que ver en que tus senos luzcan más o menos en su sitio.
La leche materna va por sus propios conductos (denominados conductos galactóforos), por lo que no entra en contacto con el material del implante.
Es decir, tu hijo no correrá ningún riesgo si le das de mamar habiéndote puesto una prótesis.