Esta es una enfermedad que presentan aproximadamente del 4 al 5% de las embarazadas.
Su detección se realiza por niveles elevados de glucosa en sangre o por un examen en sangre que deben realizarse de rutina todas las madres a las 24 semanas de embarazo, si hay factores de riesgo para desarrollar esta enfermedad, esta detección se debe realizar en la primer consulta obstétrica. El examen del que hablamos se llama prueba de tolerancia oral a la glucosa (ptog).
La presencia de una diabetes en el embarazo hace que el feto crezca mas de lo esperado o se presenten otras enfermedades que complican aun mas el embarazo como la presencia de tener un hijo prematuro, así como predisponer a la madre a que presente hipertensión arterial ,o infecciones urinarias.
La que presenta la diabetes es la madre y no el bebé, aunque si éste crece más de lo esperado tendrá mayor chance de presentar una diabetes de adulto, por ello, evitar un crecimiento excesivo es uno de los objetivos del tratamiento.
Dada la importancia de la diabetes durante el embarazo, la consulta con el ginecólogo para el control de la gestación, el endocrinólogo para mantener los niveles de azúcar en sangre normales y el nutricionista que adecua la dieta son pilares.
Fundamentales y tratamiento para la diabetes durante el embarazo
El tratamiento básico para esta enfermedad es la dieta. No se pretende en ningún momento que las pacientes adelgacen, aunque puede que esto suceda por la alimentación más balanceada que se les indica.
El consumo de frutas, verduras, así como variedad en los tipos de carne contribuye en forma fundamental a mantener los niveles normales de glucosa en sangre. El aumento de peso durante el embarazo debe ser prácticamente igual que en los embarazos normales. El ejercicio no esta prohibido, y es además beneficioso si no hay otras contraindicaciones para realizarlo.
Si lo anterior no es suficiente se recurrirán entonces a hormonas (insulina) que ayudan a disminuir los niveles de azúcar. En cuanto a la atención obstétrica, los controles deben ser mas frecuentes a partir de la semana 28. Este control con los diferentes profesionales hace que el trabajo de parto y parto transcurra normalmente como un embarazo de bajo riesgo.
La presencia de una diabetes no obliga a terminar el embarazo por cesárea. Lo más importante es que una vez que culmina el embarazo prácticamente todas las madres vuelven a la normalidad, para ello 6 semanas luego del parto deberán realizarse nuevamente la curva de tolerancia oral a la glucosa.
El presentar una diabetes durante la gestación es un factor de riesgo para desarrollar una diabetes en la edad menopausica, por lo cual mantener hábitos saludables, nutrición balanceadas, y realizar ejercicios durante toda la vida aleja la aparición de esta enfermedad.
¿Y si ya tengo diabetes?
Estas madres para planificar su embarazo deberán consultar al endocrinólogo o diabetologo antes de la concepción. El objetivo de ello es la disminución de las complicaciones que presentan las diabéticas embarazadas. Se requiere de un excelente control metabólico (niveles normales de azúcar en sangre) por lo menos 3 meses antes de concebir.
Aquellas que usan hipoglucemiantes orales deberán sustituirlo por insulina bajo estricta vigilancia médica. Una vez cumplido estos pasos previos, el control, la evolución y la finalización de estos embarazos es similar a las diabéticas gestacionales.
Una vez ocurrido el nacimiento, la lactancia será fundamental para el crecimiento y desarrollo del bebé. Se debe respetar los 40 días del puerperio pero comenzar a pensar en el método anticonceptivo a utilizar, ya que lo ideal es espaciar el próximo embarazo para ofrecerle al próximo niño una madre totalmente recuperada y vital.